En todo el mundo hay un síndrome expandido: parecer una «varita de nardo», y es que si bien la obesidad es un problema, tampoco se debe perder de vista que hay diferentes tipos de complexiones y que no sólo los más delgados son los sanos.
Laura Santos, cosmetóloga y directora de Fissic SPA,asegura que en el caso de las mexicanas, las zonas de mayor acumulación de grasa son el abdomen y las caderas, tema que si bien puede confundirse con que las mujeres del continente son «curvilíneas», en el presente está asociado a otros problemas como estrés, sedentarismo y mala alimentación.
«Por lo regular tenemos malos hábitos como no comer a nuestras horas, no cuidar lo que comemos, no desayunar, cenar mucho o hacer una sola comida al día. Esto puede parecer raro, pero sí hay personas que salen de casa con un café, en la tarde buscan algo que les deje pasar el hambre y por la noche hacen una comida pesada.
«El cuerpo aprende las rutinas y sabe que si sólo lo alimentamos una vez al día, entonces debe guardar lo que le demos para ir soltando la energía en el resto del día. Si, por el contrario, tuviéramos las tres comidas y dos colaciones, se activa el metabolismo y la digestión de grasas y almidones se hace mayor», explica.
OJO CON LO QUE VES DE TI
Además de cuidar lo que uno se lleva a la boca, otro punto importante es la percepción que debemos tener de nuestro cuerpo, ya que a decir de la experta, el estatus de belleza tiene que ser variable porque todos tenemos diferente organismo, tipo de cuerpo, actividades y costumbres.
«Tenemos que estar sanos y en nuestro peso, no queriendo ser muy delgados cuando el cuerpo en realidad tiene huesos y músculos más grandes, que nos hacen parecer más o menos robustos que otros. Lo que debemos cuidar es que tengamos poca grasa en el cuerpo, pero no querer estar como ‘varita de nardo’ para sentirnos bien», asegura.
Seguir un correcto plan de nutrición y hacer ejercicio es básico, pero si se trata de cuestión cosmética, también se debe tener claro que hay zonas «difíciles» en las que un tratamiento puede ser la solución.
UNA AYUDADITA
La cavitación es un sistema con el cual se diluye la grasa a líquido y se puede eliminar a través de la orina. Se trata de un ultrasonido de alta potencia, recomendado para quienes tienen menos de 20 kilos de sobrepeso y cuyas contraindicaciones son en personas que hayan tenido infarto cerebral, cáncer, que estén embarazadas o en lactancia.
Las zonas con las que más se trabaja este proceso es abdomen, caderas y brazos, y es cierto que lo ocupan las modelos para drenar las zonas que no pueden bajar con ejercicio, e incluso mujeres que quieren olvidar la flacidez en brazos o que quieren borrar su celulitis.
«Es un método sencillo y fácil, te hacemos una historia clínica para saber tus rutinas, pedimos que tomes dos litros de grasa al día y comenzamos las sesiones seguidas de un plan de alimentos y ejercicio», dice la cosmetóloga.
El tratamiento cuesta alrededor de 3 mil 500 pesos por ocho sesiones, que es un paquete inicial para hacer drenaje linfático con el que se quitan toxinas; así como citas semanales, de una hora cada una, para hacer uso de la cavitación o radiofrecuencia. El proceso concluye con una envoltura reafirmante.
«Nosotros no ponemos como resultado el bajar de peso, porque con el ejercicio pueden crecer los músculos y lo que se ahorra de peso en grasa se gana con el aumento de estos. Lo que sí buscamos es que dependiendo de la persona, su constitución y hábitos, se bajen de 5 a 6 centímetros en las zonas donde se trabaje, y que el cuerpo se vea más firme».
Rectificar que los sitios donde sigas estos procedimientos, que por lo regular son Spas, tengan los respectivos permisos y personas especializadas para atenderte, así como considerar que tus hábitos harán la diferencia, son los puntos que debes considerar si quieres mejorar tu imagen.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/
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