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Existe una pasta ideal para cada salsa. Aprende a elegir la adecuada y a preparar recetas súper fáciles ¡para chuparse los dedos!
A cada salsa, ¡su pasta! Aunque no lo creas, no se trata de combinaciones azarosas. El espesor, los ingredientes y la textura de la salsa definirán qué tipo de pasta te conviene elegir para disfrutarla al máximo. ¡A cocinar!
Pasta tubular. Las pastas con forma tubular, como los penne rigate o los ziti, son ideales para salsas espesas o bien abundantes, porque las capturan en su interior. ¡Prueba la siguiente receta de salsa mediterránea!
Salsa mediterránea. Saltea 2 cebollas de verdeo cortadas en aros, 2 dientes de ajo picado y 5 hojas de albahaca. Agrega 1 pimiento rojo y medio pimiento verde picados, y 1 berenjena cortada en cubos. Incorpora 4 tomates y 1 calabacita también en cubos. Retira la mezcla de vegetales cuando estén tiernos, y fuera del fuego agrégales otras 6 hojas de albahaca y 2 cucharadas de aceite de oliva. ¡Salpiméntalo y listo!
Pasta ancha y chata. Las pastas anchas y chatas, como los pappardelle o fideos de cinta gruesa, son grandes compañeras de las salsas cremosas. Existe una “regla” según la cual cuánto más gruesa sea la pasta, ¡más espesa debería ser la salsa! Sigue leyendo para descubrir una deliciosa salsa de quesos para acompañar tus pappardelle.
Salsa de quesos. En una sartén, combina 100 gr de manteca con 250 cc de crema de leche. Una vez derretida la manteca, agrega los quesos de a poco y baja el fuego. Incorpora: 50 gr de parmesano rallado, 50 gr provolone rallado y 50 gr de pecorino rallado. Sírvela inmediatamente porque se espesa enseguida.
Pasta larga y redondeada. Las pastas largas y redondeadas, como los spaghetti, maridan a la perfección con las salsas a base de aceite de oliva y tomate, que empapan cada tallarín. Para salsas muy livianas o líquidas como sopas, usa spaghetti más fino, como cabellos de ángel.
Salsa de tomate, mozzarella y oliva. Para acompañar tus spaghetti, corta 1 diente de ajo en láminas, 2 tomates en cubos y 200 gr de mozzarella en cubos. En una sartén caliente con aceite de oliva dora el ajo, agrega los tomates y sal. Por último, incorpora 10 gr de albahaca, la mozzarella, aceitunas al gusto y los spaghetti colados. Saltéalos unos segundos, ¡y a la mesa que se enfrían!
Pastas con formas. Las pastas con formas maridan con casi cualquier salsa, pero especialmente con aquellas que tienen texturas, trozos de carne, verduras o frijoles, que se enredan en los moñitos y en los cables de teléfono (fusilli). ¡Sigue leyendo y toma nota de una riquísima receta para preparar salsa de verduras!
Necesitas los siguientes vegetales, cortados en juliana: 200 gr de zanahoria, 100 gr de ejotes, 100 gr de zucchini, 200 gr de cebolla de verdeo. Saltéalos en manteca y una vez que estén bien cocinados, agrega 100 gr de remolacha, también en julianas. Por último, incorpora 400 cc de crema de leche, deja que se cocine la salsa unos minutos y corona la preparación con 50 gr de queso azul. ¡Un manjar!
Pasta rellena. En el caso de la pasta rellena, el gran protagonista es, precisamente, ¡el relleno! Si sirves una salsa de un sabor muy invasivo junto a unos sorrentinos de pollo al verdeo, o de jamón crudo y rúcula, en lugar de realzar los sabores los vas a someter a una competencia despiadada. Por eso, anota esta receta fácil (que los chicos adoran) de salsa rosa básica para ravioles.
Salsa rosa. En una sartén a fuego medio, rehoga en aceite de oliva 1 cebolla picada y 1 diente de ajo picado, cuidando que no se quemen. Agrega 1 lata de 400 gr de tomates picados, sin escurrir, albahaca, orégano, sal y pimienta. Deja que hierva. Una vez que alcanzó el hervor, cocina la salsa otros 5 minutos hasta que la mayor parte del líquido se evapore. Baja el fuego e incorpora ½ taza de crema de leche y 1 cda de manteca. Cocínalo unos 5 minutos más, ¡y todos a comer!
Fuente: http://mx.mujer.yahoo.com
