No esperes la llegada de las 12 campanadas para elaborar tus propósitos de ahorro para el año nuevo pues, de hacerlo así, lo más probable es que antes de la rosca de reyes hayas olvidado la mayoría de ellos.
Convertir una lista de buenos propósitos en metas realizables requiere planear con anticipación. No necesariamente tienen que ser 12, si planteas dos o tres y realmente lo cumples será más que suficiente. Lograr cambios importantes en nuestra vida va más allá de desearlo, requiere el cambio de hábitos y conductas que lleguen a cristalizarse en acciones concretas. Tu propósito de ahorro y salir de deudas pueden lograrse si:
- Haces coincidir tus necesidades con los ciclos de las tiendas. No esperes a que llegue el Buen Fin para ir a centro comercial a ver “que se te antoja” Planea desde hoy el cambio de TV o la compra de una nueva computadora para finales de noviembre, son 11 meses durante los cuales puedes apartar una cantidad de dinero para poder hacer tu compra de contado ¿qué no puedes ahorrar? Mira todas tus compras a meses sin intereses, dinero que destinas mes a mes a pagar con sobreprecio algo que podrías haber adquirido con descuento al contado. Enero es el mes de ofertas en artículos del hogar, en mayo se ofertan la línea blanca y los electrodomésticos y en junio la ropa de temporada. Que estas promociones no te agarren por sorpresa.
- No te dejas sorprender. Incluso los bebés avisan con nueve meses de anticipación su llegada. Los cumpleaños y festejos importantes de tu familia no son sorpresa y mucho menos emergencias. Asigna desde hoy un presupuesto para esas celebraciones y busca con anticipación los regalos que se adecuen a tu presupuesto.
- Planeas lo inevitable. Recuerda que hay pagos extraordinarios cada año, tenencia o derechos vehiculares, predial, impuestos, inscripciones y pago de útiles escolares. Estima el monto que requerirá cada uno de estos gastos, recuerda que pagando a tiempo evitas recargos y penalizaciones.
- Le das espacio a los antojos. Nadie dice que las finanzas sanas implican una vida de sufrimiento y sacrificio. Dale a gustos y antojos un espacio en tu presupuesto en la medida en que no afecten los recursos que debes destinar a objetivos más importantes. Permitirte pequeñas compras dentro de un presupuesto te hará sentir en control de tu dinero evitando los “atracones” de compras.
- Usas el crédito con moderación. Recuerda que tu tarjeta de crédito no representa dinero regalado, sino el uso de dinero que SIEMPRE tiene un costo (sí, los meses sin intereses también cuestan). Nunca compres a crédito necesidades o gustos del día a día. Si tu ingreso no alcanza para cubrirlos es momento de hacer ajustes realistas a tu gasto o incrementar tus ingresos. No de convertirte en esclavo de tus tarjetas.
Los hábitos se adquieren gracias a la repetición, no abandones tus propósitos si no lo logras el primer mes, los pequeños cambios practicados de forma constante son la mejor forma de sanear tus finanzas para siempre. Recuerda, toma el control de tu dinero antes de que otros lo hagan por ti.
Fuente: http://www.dineroenimagen.com
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