Según algunos estudios, el 60 por ciento de los humanos sanos, no pueden evitar bostezar cuando ven a alguien hacerlo cerca.
Basándose en estadísticas como esa, Roman Atwood recorrió las calles de varias ciudades bostezando de forma muy llamativa. El resultado no puede ser más claro: inmediatamente alguien a su lado imitaba el gesto, como lo reportó The Huffington Post.
Fuente: www.excelsior.com.mx
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