Los primeros siete años de vida son determinantes para evitar malformaciones en los pies, señalan investigaciones realizadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
En entrevista con Excélsior, María del Carmen Mora Rojas, coordinadora de la Clínica de Enseñanza e Investigación en Salud de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Siglo XXI del IMSS, explicó que es necesario concientizar a los padres de familia sobre los cuidados y revisiones médicas que se realizan en los pies de los infantes antes de los siete años, pues éstos determinarán su forma de caminar, su postura y su salud en la columna vertebral.
“Para no sufrir tantas deformaciones en los pies, debemos intensificar los cuidados hasta los siete años, aunque debemos considerar que el desarrollo de un pie humano termina entre los 16 y los 21 años de edad”, explicó.
Dijo que el calzado en el desarrollo de los niños y niñas debe tener ciertas características y una de ellas es que los zapatos sean cómodos y no lastimen.
“De preferencia debemos buscar que el zapato no termine en punta porque a veces las modas son así. Debe ser cuadrado o redondo, donde el niño o la niña tenga un espacio como de medio centímetro para que no comprima sus deditos; es decir, medio centímetro entre la punta del dedo y el zapato porque a veces también los compramos para el futuro, los compramos más grandes y el pie se empieza a jugar, no debe ser ni grande, ni chico. Y que la parte posterior del zapato sea rígida, no extremadamente rígida, pero que no se voltee”, detalló.
Otra recomendación que es muy importante es lo referente al uso del tenis pues, de acuerdo con los expertos, antes de los siete años los zapatos deportivos sólo se deben utilizar para hacer ejercicio, pero jamás de uso diario, ni para caminar, porque podrían provocar deformaciones irreversibles.
“El tenis es un zapato muy flexible, entonces si usamos un zapato demasiado flexible el pie del niño no se va moldeando de manera adecuada, por lo tanto si todos los días usa tenis esto favorece que el niño tenga pie plano a largo plazo. Debemos tomar en cuenta que antes de los siete años los huesos de los niños apenas se están moldeando y con los tenis podemos desviarlos”, advirtió Mora Rojas.
En el caso particular de las niñas que “aspiran como las princesas a usar tacones”; Mora Rojas fue enfática: “por ningún motivo una niña debe usar tacones, es más, una mujer adulta no debe utilizar un tacón mayor a los cuatro centímetros porque, entonces, todo el peso del cuerpo se va al antepie, sobre los dedos del pie y las cargas corporales se alteran completamente, lesionando la columna”.
Focos rojos
La investigadora señaló que es importante que los padres aprendan a distinguir cuando los zapatos que usan sus hijos les están causando problemas, porque se agudizarán en la edad adulta.
“Debemos observar la manera en que caminan los niños. Uno: si un zapato se desgasta más que otro ya tenemos problemas.
“Dos: si el niño dice que le duelen los pies es verdad, los niños no son mentirosos, ni flojos; si no quieren caminar es porque algo les sucede.
“Tres: Hay que revisar que sus hombros estén alineados. Cuatro: Es muy común que los niños empiecen a meter los pies.
“Cinco: Que aparezcan callosidades en los pies porque no es normal ni para un niño, ni para un adulto tener callos.”
Finalmente, la doctora recomienda que los infantes caminen descalzos por lo menos diez minutos al día, para lograr un mejor desarrollo.
“Andar descalzo es saludable. Entonces, si a los niños los dejamos caminar descalzos, puede ser en varios terrenos: en la casa, en el pasto o si se puede en la arena. Es excelente caminar de puntas y de talones.”
Otra opción, es que caminen en calcetines. “El resultado es el mismo: fortalecimiento y buen desarrollo de nuestros pies”, concluyó la investigadora.
Fuente: http://www.excelsior.com.mx
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