Las personas que comen de más lo hacen porque son felices, concluyó un nuevo estudio de la Universidad de Maastricht, en Dinamarca.
Hasta ahora, el comer por comodidad siempre se había asociado con sentimientos negativos como depresión, aburrimiento, soledad y ansiedad.
Pero los expertos partieron de la hipótesis que los comelones emocionalesen realidad consumen comida chatarra y tentempiés cuando están felices y no cuando están tristes.
La nueva investigación demuestra que las personas que acostumbran comer en exceso consumen más calorías cuando están en un estado pleno y feliz y no cuando están deprimidos.
Los descubrimientos, realizados por un equipo de psicólogos daneses, sugieren que el «comer por placer» ha sido una de las causas y factor de riesgo de la epidemia global de obesidad.
La alimentación emocional es reconocida como una de la razones por las cuales a la gente le cuesta trabajo mantener su peso controlado.
En momentos de estrés, la comida provee un confort de corto plazo. Los expertos estiman que75% del sobrepeso es causa de las emociones y el caer en un estado de mal cuidado de la salud es una justificación para la gente que es infeliz.
Pero los investigadores de la Universidad de Maastricht, en Dinamarca, querían explorar si los comelones emocionales que tienen un atracón cuando están tristes, caen en el mismo hábito cuando se sienten positivos.
El equipo reclutó a 87 estudiantes y evaluó los hábitos alimenticios de cada uno, así como su salud mental, a través de cuestionarios bien establecidos, diseñados para ello.
Posteriormente, realizaron una serie de experimentos en donde se les enseño a los estudiantes fragmentos de diferentes películas o shows de televisión, con el propósito de evocar un estado de ánimo positivo, neutral o negativo.
Por ejemplo, para ponerlos de buenas, los investigadores les mostraron dos escenas: Una de la famosa comedia Mr. Bean, protagonizada por Rowan Atkinson, en el que trata de copiar las respuestas a su vecino, durante un examen.
La otra fue la clásica escena del la película Cuando Harry encuentra a Sally, en la que Met Sally, Meg Ryan simula un orgasmo en frente de varios comensales en un restaurante.
Para ponerlos en un humor neutral, se les enseñó un documental de pesca.
Finalmente, para el humor negativo, vieron un fragmento de la película The Green Mile, protagoniza por Tom Hanks, en la que un hombre inocente es ejecutado en la silla eléctrica.
Inmediatamente después de ver los fragmentos, se le dio a los voluntarios unos contenedores con diferentes tipos y sabores de chocolates.
Los investigadores midieron el total de calorías ingeridas por los voluntarios, después de cada escena.
Los resultados, publicados en la revista electrónica Appetite, muestran que, contrario a las expectativas, los estudiantes ingirieron más chocolates después de ver los fragmentos positivos.
Estos descubrimientos son muy valiosos para el tratamiento de la obesidad ya que subrayan la importancia de las emociones positivas en el sobrepeso y que están a menudo olvidadas”, señalaron los investigadores.
Rose Aghdami, psicóloga especializada en el tratamiento emocional de las personas con sobrepeso señala que, efectivamente, la felicidad puede ser contraproducente, mucho más que la depresión.
Sin embargo, la diferencia es que los comelones felices tienden a ingerir más alimentos durante actividades sociales y en compañía de los demás, mientras que los comelones tristes prefieren aislarse para comer.
Estas personas tienen una relación poco sana con la comida y la usan por las razones equivocadas», concluyó la investigadora.
Fuente: http://quo.mx/
PUBLICA GRATIS TU AVISO AQUÍ!!
Por qué tener poder nos da felicidad?
ejercicios para bajar de peso dentro de casa