Parece imposible, pero un estudio realizado en EU por Digital Power Group -asociación que monitorea el desperdicio de electricidad- revela que un iPhone o cualquier dispositivo móvil inteligente gasta más energía que un refrigerador.
La mayoría de ese gasto no viene de cargar la batería del aparato, sino de toda la infraestructura que se requiere para el buen funcionamiento de la «nube», como servidores remotos y centros responsables de las conexiones inalámbricas que funcionan las 24 horas.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/
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