Jim Turk, creía que se sentía mal debido al estrés. Jim, quien se auto describe como «nuez sana» y quien entrenaba para correr maratones, de pronto se vio inhabilitado para trotar, estaba jadeando, tambaleándose y comenzó a balbucear.
A sus 30 años, Turk asumió que su malestar se lo debía a las presiones que conlleva el trotar tiempo completo, estudiar una maestría y a sus responsabilidades como padre. Cuando colapsó en medio de un campo de beisbol, una tarde soleada de 2008, mientras entrenaba al equipo de su hijo, se dio cuenta de que era momento de buscar ayuda profesional.
En el hospital, le fue aplicada una resonancia magnética que reveló placas esparcidas a lo largo de su cerebro y en la columna vertebral. El diagnóstico era obvio: esclerosis múltiple, un padecimiento en el que el cuerpo consume sus propias células nerviosas, para la que aún no se conoce ninguna cura.
Un mes después, Turk vio un anuncio en el noticiario, en el que se buscaba a pacientes de esclerosis múltiple para probar un tratamiento inusual en la Universidad de Wisconsin, en su ciudad natal, Madison. A los pacientes se les pidió auto infectarse con huevos de gusanos para ver si los parásitos aliviaban algunos de sus síntomas o alentaban el esparcimiento de lesiones cerebrales y espinales.
Siempre me he interesado por la investigación, así que decidí invertir mi dinero en mí mismo, además estaba aterrado y no sabía qué hacer», afirmó Turk. Cuando llegó a la clínica, John Fleming, profesor de neurología, le mostró un líquido en un frasco trasparente. «Sabía un poco salado pero, básicamente, era pura agua; no pude ver los huevos ni nada por el estilo», dijo a Rachel Nuwer de la BBC.
Los siguientes tres meses, él y otros cuatro voluntarios visitaron el laboratorio cada dos semanas para tragar dosis de 2 mil 500 huevos de parásitos. Al inicio de la prueba, las resonancias magnéticas mostraron que los pacientes tenían un promedio de 6.6 lesiones activas -cicatrices en la capa protectora de las células nerviosas que interrumpían las transmisiones de los mensajes eléctricos en el cerebro y en la espina dorsal-. Al final del estudio, ese número bajó a 2. Dos meses después de suspender el tratamiento, las lesiones subieron a un promedio de 5.8.
El número de lesiones es un objetivo clave en la investigación. Aún no hay pruebas concretas o definitivas pero, al menos, es algo muy prometedor», señaló el investigador Fleming.
Este estudio, realizado en 2008, fue el primero en infectar a pacientes con esclerosis múltiple con parásitos vivos de gusano, también conocidos como helmintos; sin embargo, hay otros científicos que ya se encuentran investigando su potencial terapéutico.
Este campo de investigación tiene sus orígenes en 1990, cuando Joel Weinstock, quien ahora es jefe de la división de gastroenterología y hepatología en el Centro Médico Tufts en Boston, tuvo la idea durante un retraso en el aeropuerto O’Hare de Chicago.
Durante años, la gente ha buscado factores ambientales causantes de enfermedades inflamatorias del intestino, sin encontrar nada. En el avión, decidí jugar un poco y pretender que este tipo de enfermedades son causadas por la pérdida y no por la adición de algo. Fue como si de pronto se apagara una luz y, entonces, pensé en los parásitos. La higiene hace cosas maravillosas, pero siempre se paga un precio», comentó el especialista.
El precio al que se refiere John Fleming puede ser el surgimiento de asma y alergias en los países occidentales en los últimos 40 años. Del mismo modo, las tasas de enfermedades autoinmunes e inmunorreguladoras, tales como la enfermedad de Crohn, la diabetes tipo 1, la enfermedad inflamatoria del intestino y la esclerosis múltiple, han ido en aumento. Sin embargo, en los países en desarrollo, estos casos son raros de encontrar.
Estas evidencias confirman la llamada hipótesis de la higiene que plantea que una higiene extrema eliminina la presencia de parásitos que en etapas tempranas de la vida fortalecen al sistema inmune, de ahí que una terapia con estos bichos pueda servir para curar más que sólo para enfermar.
Fuente: http://quo.mx
PUBLICA GRATIS TU AVISO AQUÍ!!
Cuándo comenzar terapia de pareja