Mentir no es cuestión de sexo, aunque son los hombres los que según el sitio Huffington Post Voces, mienten más.
Lo hacen ocho veces más por conveniencia que por un acto de bondad.
Por el contrario, las mujeres mienten en su mayoría para hacer sentir bien a alguien o para evitar alguna pena o dolor.
De acuerdo con Psychology Today, la mayoría de la gente miente en promedio siete veces al día; mienten menos conforme aumentan de edad.
La confianza es el ingrediente más difícil de desarrollar en una relación y el más fácil de destruir, dicen expertos.
Mienten menos las personas que tienen excelentes relaciones con otras personas de su mismo sexo y las personas responsables.
Mienten más los manipuladores, los extrovertidos y los irresponsables.
Las siguientes son las razones por las que mienten:
*Por esconder algo
*Por diversión
*Para probar las reacciones de otro
*Para herir
*Para fingir lo que no son o lo que no pueden hacer y no pueden enfrentar
*Para lucir mejor ante los demás
*Para que no los hagan responsables o los culpen por algo
*Para que no los castiguen por algo que hicieron
Hay mentirosos más inofensivos y otros muy peligrosos.
El blog The Hope Line recopila las categorías:
El ocasional: Miente de vez en cuando, por divertirse o salir del paso ante una pregunta.
El frecuente: Miente tanto que no recuerda lo que dijo ni le importa. Es descuidado y para salir del paso improvisa una mentira con otra.
El suave: Planifica sus mentiras y las une a expresiones verbales y no verbales que le dan veracidad a lo que dice. Todos le creen durante un tiempo.
El compulsivo: Miente aunque la verdad sea más fácil de decir y manejar. Miente sin control, insiste en hacer creer lo que dice y él mismo se lo llega a creer como si fuera verdad. Llega a niveles patológicos, habituales y crónicos.
¿Conoces a alguno de estos mentirosos?
El lenguaje corporal, especialmente facial, siempre delata al mentiroso.
Mentir requiere mayor esfuerzo mental que decir la verdad, el que miente se pone ansioso.
*Parpadea mucho.
*Te evade la mirada o te mira demasiado fijamente.
*Cuando le preguntas, sus respuestas son cortas.
*Comete errores en el habla y usa muletillas como “jm”, “mmm”.
*Habla rápido como si se hubiera memorizado un libreto y si le repreguntas, pierde la coherencia.
Expertos recomiendan que nunca preguntes algo cuya verdadera respuesta te imaginas y no quisieras o no estás preparad@ para escuchar.
Fuente: http://www.unionyucatan.mx/
PUBLICA GRATIS TU AVISO AQUÍ!!
¿Qué religión profesan los Superhéroes?
MI PAREJA ME MIENTE – PAREJAS MENTIROSAS
Los riesgos de que los niños usen zapatillas todos los días