Una cosa que diferencia a los humanos de otros animales es nuestra capacidad de adaptarnos, de forma inteligente y rápida, a una amplia variedad de nuevos desafíos.
Ahora, una investigación de la Universidad de Washington en St. Louisofrece una nueva y convincente evidencia de que una red cerebral central bien comunicada con otra sede en la corteza prefrontal lateral y la corteza parietal posterior, partes del cerebro que más cambios ha tenido evolutivamente; nuestro ancestro común con los chimpancés, contenía «tubos flexibles» que coordinan las respuestas del cerebro y los nuevos retos cognitivos.
Actuando como una estación de conmutación central para el procesamiento cognitivo, estos red de embudos fronto-parietales envía instrucciones a aquellas regiones del cerebro más expertas en el manejo de las tareas cognitiva, y coordina la transferencia de información entre el procesamiento de las regiones del cerebro y así facilitar el rápido aprendizaje de nuevas habilidades.
Los tubos flexibles son las regiones del cerebro que coordinan la actividad en todo el cerebro para implementar tareas; es como un gran enrutador de tráfico de Internet», sugirió Michael Cole, profesor asociado postdoctoral e investigador en psicología de la Universidad de Washington, y autor principal del estudio, publicado recientemente en la revista Nature Neuroscience.
A través de décadas de investigación, se ha descubierto que el cerebro ha construido una especie de red interconectada con un máximo de 300 estructuras cerebrales regionales distintas, cada una con sus propias funciones cognitivas especializadas.
Si enlazamos estas áreas de procesamiento juntas, se trata de una red de una docena de interconexiones, cada porción del cerebro es un medio para la función de tareas distintas: auditivas, visuales, táctiles, memoria, atención y procesos motores.
Ya se sabía que las regiones cerebrales fronto-parietales forman una red que es más activa durante las tareas nuevas o no rutinaria, pero se desconocía cómo la actividad de esta red podría ayudar a poner en práctica dichas tareas.
Este estudio propone y proporciona una fuerte evidencia de un «tubo flexible», teoría sobre la función del cerebro en la que la red fronto-parietal se compone de tubos flexibles que ayudan a organizar y coordinar el procesamiento entre las otras redes especializadas.
El estudio arrojó nuevas evidencias de que cuando se procesan nuevas tareas, los cubos flexibles dentro de la red fronto-parietal hacen múltiples conexiones con las áreas de procesamiento especializadas, dispersas por todo el cerebro. También, al analizar los patrones de actividad y cómo estos ejes flexibles se conectan con diversas regiones del cerebro durante el procesamiento de tareas específicas, los investigadores determinaron que estos patrones de conexión incluyen características reveladoras que pueden ser decodificadas y se utilizan para identificar qué tarea específica está siendo implementada por el cerebro.
De acuerdo con el estudio, estos patrones únicos de conexión (al igual que los patrones de en una telaraña) parecen ser el mecanismo del cerebro para la codificación y la transferencia de habilidades de procesamiento específicas.
Mediante el seguimiento de dónde y cuándo se producen estos patrones de conexión, los investigadores pudieron documentar el papel que los tubos flexibles tienen en a resolución de problemas, así como en el aprendizaje de nuevas habilidades.
Mediante pruebas aplicadas a algunos participantes, el equipo demostró que la transferencia de estas habilidades de procesamiento ayuda a acelerar el dominio de las nuevas tareas, esencialmente, el uso de trucos ya practicados con anterioridad por ello, al realizarse nuevamente, se hacen mucho más rápido; lo mismo ocurre para resolver problemas en un entorno novedoso.
La investigación futura podría proporcionar los medios para mejorar los centros flexibles, de manera que permita a la gente aumentar la autorregulación y reducir los síntomas de varios trastornos mentales, como el trastorno de la depresión, la esquizofrenia y el trastorno obsesivo-compulsivo.
Fuente: http://quo.mx/
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