Es una escena bastante común para la mayoría de los automovilistas en México. Basta con escuchar el «¡oríllese a la orilla!» para recordar que no hiciste la verificación o para lamentarte por no respetar la luz roja.
Y pues bueno, muchos de hecho ya hasta tienen una técnica; saben que darán la licencia y tarjeta de circulación, luego le pedirán al oficial sacar el reglamento para saber cuál es la ley que violó y la sanción que corresponde. Si la multa es alta, entonces comienzan a hacer memoria de cuánto dinero traen en la cartera para hacer labor de convencimiento y dar una ‘mordida’.
Algo así le ocurrió a este hombre originario de EEUU cuando un agente de tránsito en Aguascalientes lo paró, digamos que el plus de la historia es que colocó una cámara en un sitio estratégico en su auto desde donde se pudo apreciar la forma en que terminó sobornando para librarse de la multa correspondiente.
Fuente: http://mx.noticias.yahoo.com/
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