El ozono es una sustancia que se forma a partir de la unión de un átomo de oxígeno al oxígeno mismo (O3). A temperaturas y presiones normales, podemos encontrarlo como un gas olor acre incoloro que se eleva a nivel de la estratósfera, entre los 10 y 40 kilómetros de altura sobre el nivel del mar: mejor conocida como capa de ozono.
A alguien se le ocurrió usar este gas para fines terapéuticos y los resultados fueron sorprendentes:
- Mata rápidamente bacterias, virus, protozoarios, microalgas, hongos, esporas y toda clase de organismos patógenos.
- Produce una estimulación en el sistema sanguíneo que estimula a los glóbulos rojos, lo que provoca una mayor oxigenación de la sangre.
- Mejora la circulación, aumenta las proteínas y produce una acción antiinflamatoria.
- Debido a esto, no es de sorprenderse ver el rápido crecimiento de la demanda de este gas, ahora en clínicas de salud y belleza.
El Ozono tiene también un gran número de aplicaciones en el campo dental y cada día se expanden las posibilidades:
- Por su gran poder oxidante, puede ser usado en blanqueamientos
- Tratamiento de mal aliento
- Enjuague bucal
- Cuidado de la higiene dental
- Tratamiento de encías sangrantes
- Cirugías
- Erupciones dentales
- Prótesis
- Hongos en boca
- Remineralización de esmalte
- Aftas
- Herpes
- Neuralgias
- Terapia después de una extracción.
- Tratamiento de implantes.
- Elimina sensibilidad dental
Parecen infinitas las bondades de este nuevo tratamiento pero, como todo, tiene sus límites y un exceso puede poner en riesgo la salud. Pide ozono a tu odontólogo. Además de un buen tratamiento dental, ayudarás a combatir el calentamiento global.
Fuente: http://mx.mujer.yahoo.com
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