La comida mexicana ha conquistado el paladar estadounidense y ya se comienza a exigir más autenticidad y variedad en ella.
Los cambios que ha generado el avance de la comunidad latina, la principal minoría del país y la de mayor crecimiento, se notan en los supermercados, los restaurantes y la cocina de los hogares del país.
Ahora, los estadounidenses comen más arroz blanco, a pesar de que comen menos acompañamientos, la tortilla, ícono de la comida mexicana, ha desplazado en las tiendas a los panes para hamburguesas y hot dog, y las salsas se venden más que el Ketchup.
Los hispanos representan más de una cuarta parte de la población estadounidense y siguen aumentando a paso acelerado.
Ese crecimiento empujó cambios profundos en la experiencia culinaria de los nativos, que fueron difundidos por chefs, restaurantes, empresas alimenticias, medios de comunicación y supermercados.
Sin embargo, expertos dicen que la tendencia, que tiene hasta dos décadas de vida, ya no es sólo impulsada por la inmigración o el crecimiento de la comunidad latina en el país, sino que son los mismos estadounidenses, empresas y consumidores, quienes le dan vuelo.
Jim Kabbani, director ejecutivo de la Asociación de la Industria de la Tortilla, dijo que los estadounidenses de todos los orígenes están reemplazando el pan de hamburguesa y el hot dog por la tortilla.
“En McDonald’s, ahora te ofrecen un Mac Wrap”, resumió Kabbani. “El pan es una plataforma para entregar los ingredientes del sándwich, y ahora la tortilla está cumpliendo ese papel”.
Las tortillas hoy representan un mercado de 2 mil 900 millones de dólares, contra dos mil 100 millones de los panes para hamburguesas y hot dog.
Aún se venden más hamburguesas y panes para hot dog si se incluyen los restaurantes, pero en las tiendas las ventas caen, mientras que la de las tortillas aumenta.
“La tortilla es también económica, durante la recesión que comenzó en 2008 vimos que las ventas subieron, no bajaron”, indicó Kabbani.
Tacos, tamales o quesadillas ya podían encontrarse desde hace tiempo en casi cualquier pueblo de Estados Unidos.
Pero expertos señalan que ahora el fenómeno alcanzó un nuevo nivel: se buscan comidas regionales o distintos tipos de chiles, y los estadounidenses reclaman más autenticidad.
“Ya no es sólo comida mexicana en su término genérico, sino comida mexicana de Oaxaca, Puebla o Jalisco; estaban acostumbrados a los jalapeños y los chiles, pero ahora quieren uno en particular”, dijo Terry Soto, directora ejecutiva de About Marketing Solutions.
El fenómeno también se manifiesta en el sector de los servicios: los restaurantes de comidas rápidas mexicanos crecieron un 9.3 por ciento en 2012, por encima del 5.8 por ciento del resto de los locales de otro tipo de alimentos, según un análisis de la firma Technomic.
En 2013, el estadounidense comió arroz blanco un promedio de 24 veces en el 2013, comparado con las 20 ocasiones del 2003, según la consultora NDP. El arroz es el único acompañamiento cuyo consumo no disminuye. Fuente: ConexionTotal