La Estrategia Nacional de Energía presentada ayer por el presidente Enrique Peña Nieto al Senado advierte que “es inevitable que el costo final de la energía pueda incrementarse para el consumidor” y anunció que en ese caso, “de manera particular, a la población menos favorecida, se compensará a través de subsidios focalizados o neutrales”, pero aclara que deberá ser de manera gradual.
El actual sistema tarifario aplicable a los energéticos favorece la desigualdad social, pero además, las compensaciones necesarias para la diferencia entre el costo real y el precio al usuario “representan pérdidas que son absorbidas, principalmente, por las principales empresas operadoras del sector, por lo que en el mediano plazo se pueden presentar implicaciones negativas sobre la situación financiera de tales empresas”.
De esta forma, la primera Estrategia Nacional de Energía que envía el gobierno priista al Senado retoma esta propuesta que el gobierno de Felipe Calderón incluyó desde 2010, en la primera versión de la Estrategia, y que refrendó en sus versiones de 2011 y del año pasado.
“Es necesario que el sistema tarifario dé las señales adecuadas respecto al costo real de los energéticos, lo que conllevará a un uso más eficiente de la energía. Es inevitable que el costo final de la energía pueda incrementarse para el consumidor, pero el reto consiste en hacer llegar la energía a toda la población a precios competitivos.
“También es muy posible que los usuarios adquieran equipos y sistemas más energéticamente eficientes que lleven a que sus facturas energéticas no se eleven o inclusive disminuyan. Asimismo, de manera particular a la población menos favorecida se compensará a través de subsidios focalizados o neutrales. Esto permitirá al sector alcanzar mayor visibilidad financiera así como promover el acceso universal de la energía de manera eficiente”, precisa el documento.
El tema Estratégico 18 —Contar con la capacidad para cubrir los costos, manteniendo capacidad de inversión— incluye como líneas de acción “aplicar de manera gradual esquemas tarifarios que reflejen las señales económicas para el desarrollo de infraestructura de transporte, almacenamiento y distribución, evitando subsidios indiscriminados.
Al respecto, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, explicó la estrategia al grupo parlamentario del PRD, precisó que la idea no es eliminar los subsidios de manera tajante, sino brindar un mejor servicio, reducir los costos que generan las pérdidas y adecuar los precios.
Robo energía
La Estrategia Nacional de Energía deja ver que el robo de energéticos se mantiene como un problema. Incluye una gráfica donde se observa que mientras en 2000, 8.5% de las pérdidas se debían a fallas técnicas y 4.5% era por robos; en 2011 las pérdidas por robo aumentaron a 7.6% y las propiciadas por fallas técnicas se redujeron a 6.4%.
“Uno de los mayores impactos en las finanzas de las empresas del sector se encuentra relacionado con las pérdidas no técnicas de energía y el mercado ilícito de combustibles. Las pérdidas no técnicas de electricidad se derivan principalmente de los usos ilícitos, particularmente en la red de distribución de baja tensión.
“Los principales factores que agravan esta clase de pérdidas son la presencia de una creciente actividad de robo y evasión del pago de energía, la falta de planificación en la construcción de vivienda, así como asentamientos humanos irregulares, el crecimiento del sector comercial informal y la insuficiencia de recursos humanos y materiales dedicados a la persecución de actos ilícitos”, advierte.
También dice que para alcanzar los objetivos trazados para los próximos 15 años en materia de hidrocarburos y electricidad, “es fundamental la participación del sector privado en aquellas actividades en donde por ley puede hacerlo”.
Tarifa eléctrica
Las tarifas gozaron en 2012 un subsidio total por encima de los 77 mil millones de pesos, de acuerdo con el reporte al cuarto trimestre entregado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
A pesar de que la dependencia no desglosa el monto por cada tipo de tarifa es a la que beneficia, de acuerdo con información de un estudio sobre tarifas elaborado por la UNAM, alrededor de 64% del subsidio se destina a las tarifas domésticas, excepto la de Doméstica de Alto Consumo, que corresponde a zonas residenciales.
Otro 13% se destina a empresas medianas que se encuentran en la tarifa comercial, mientras que 5% del subsidio total se canaliza al resto de las empresas que se encuentran dentro de las tarifas comerciales.
Las tarifas agrícolas se quedan alrededor de 11% del subsidio, mientras que el sector de servicios goza de 1.7%, aunque no queda claro qué sucede con el resto. Algunos analistas opinan que se distribuye entre grandes empresas; sin embargo, la CFE no ha sido clara al respecto.
Expertos advierten golpe a la inflación
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, que dirige Luis Foncerrada Pascal, el aumento de una sola vez al precio de las gasolinas podría generar un incremento de aproximadamente un punto porcentual adicional en la inflación, pero transitorio, por lo que no pondría en riesgo la meta del Banco de México.
En 2012, el subsidio a las gasolinas y el diesel costó 222 mil 757.3 millones de pesos, 334.5% más que lo programado en el Presupuesto de Egresos aprobado por la Cámara de Diputados para ese año por un monto de 51 mil 268.9 millones de pesos.
Según la Secretaría de Hacienda, el crecimiento de la subvención fue provocado por la combinación de varios factores.
A decir del subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, el tipo de cambio y la cotización del petróleo generan una diferencia entre los precios internacional y doméstico de la gasolina, y al ser éste menor respecto del primero se genera una recaudación negativa del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS).
Aun con el ajuste, los precios de las gasolinas magna, premium y el diesel son inferiores en aproximadamente 8, 12 y 24% en México, respecto de los que rigen en Estados Unidos, según Hacienda.
La dependencia mantendrá la política de ajuste gradual a los precios de las gasolinas para reducir a 48 mil 895 millones de pesos el subsidio a los combustibles en 2013, según lo proyectado en el Presupuesto de Egresos.
Dudan de reducción
Analistas económicos dudan que la SHCP logre la meta de reducir el subsidio a la gasolina durante 2013, debido a que es altamente probable que durante este año prevalezca el diferencial que existe entre los precios internacionales y domésticos.
Verónica Michel, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, dijo que la única manera de lograr la meta es mediante un incremento más agresivo en los precios de los combustibles, los cuales se ajustan 11 centavos cada mes.
Afirmó que con el sistema actual, la eliminación del subsidio a la gasolina ocurriría hasta 2015 o después, bajo el supuesto de que el diferencial entre la cotización nacional
Fuente: www.excelsior.com.mx
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