MÉXICO, D.F.- Primero, es tener mucha sed, mucha hambre y muchas ganas de orinar. Así se detecta la diabetes, cuando ya no se puede hacer nada para evitarla. Y el camino trágico en caso de no atenderse va de mal en peor.
Se pierde peso estrepitosamente y sin justificación. Con la glucosa elevada, habrá hipertensión que puede llegar al infarto. Se tienen alteraciones de la vista e incluso ceguera. El mal metabolismo ocasiona insensibilidad de infecciones en las piernas, que ocasionan la pérdida de éstas.
En el marco del Día Internacional de Lucha contra la Diabetes, el doctor Armando Ahued, secretario de Salud del Distrito Federal, prefiere ser drástico en su exposición, con la intención de que los capitalinos prefieran prevenir que lamentar. Después de las infecciones no cuidadas, dice, “vienen la amputación de dedos, de pies, de piernas e insuficiencia renal.
Los riñones no funcionan, no filtran la sangre y requieren diálisis, que valen 900 pesos por sesión y se requieren tres a la semana. O hemodiálisis, cuando el caso está más avanzado, y puede costar de mil 500 a dos mil pesos, tres veces a la semana, o sea, seis mil pesos. No hay ni presupuesto estatal ni cartera que aguante eso”, asegura Ahued.
“El siguiente paso” “es buscar el trasplante de un riñón, pero no hay suficientes riñones. Aunque estamos luchando por hacer conciencia de la donación de órganos, no es suficiente. Una vez que se trasplante un riñón, se requiere de un medicamento para evitar el rechazo y la pastilla anda costando cerca de mil pesos diarios. No habría dinero para esta situación”.
¿Cómo evitarla? José Guadalupe Garnica explica que tres son los puntos principales para evitar la diabetes: modificar hábitos de alimentación, hacer ejercicio y realizarse un examen médico general para identificar el riesgo a tiempo.
Para ello, detalla, una manera cómoda para el ritmo de vida acelerado de los capitalinos son las clínicas del Metro, en donde en unos minutos, se realizan pruebas medición de glucosa, toma de presión, medición de la cintura y cálculo de índice de masa corporal.
Al conjuntar esa información, se puede saber qué riesgos se tienen y, en caso de detectar un riesgo alto, se canaliza al paciente a cualquiera de los 220 centros de salud del Distrito Federal para precisar el diagnóstico e iniciar su manejo. “Vamos a encontrar a gente que a lo mejor no tiene desarrollada la enfermedad, pero está en un estado de prediabetes; si lo identificamos en ese estado, podemos hacer intervenciones y vamos a evitar que desarrolle la enfermedad”, dice Garnica.
En caso de que el paciente ya tenga la enfermedad, “si nosotros intervenimos desde un principio, va a ser más tarde que temprano que se registren complicaciones, y ello va a ser con una repercusión en su calidad de vida”. Fuente: El Mexicano