Los poco más de 75
millones de usuarios de Twitter son muestra del veloz
crecimiento que ha
tenido esta red social; cada 2
ó 3 segundos se está creando una cuenta en el mundo,
según datos de la consultora
RJMetrics. Este medio es, sin embargo, ¿lo más eficaz en
cuestión de herramientas de trabajo?
Twitter
es funcional por su inmediatez y penetración, permite
organizarse colectivamente y
difundir acontecimientos en tiempo real. "Rediseña
movimientos sociales, pero muchas veces no se reflexiona sobre
las repercusiones del contenido de un mensaje o cómo lo
recibirán los seguidores", señala la especialista del Instituto
de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, María Josefa
Santos.
Uno de los beneficios de esa herramienta,
agrega, es que los ‘tuiteros' comparten información al momento
sobre los sucesos más relevantes en sus países, "como lo que
sucedió en Egipto y en
Libia". Sin embargo,
también hay que ‘lidiar' con la existencia de cuentas dedicadas
a envíos de spam, mensajes basura no solicitados,
usuarios agresivos e
incluso "pagados" para dañar la imagen o reputación de
personalidades registradas, dice Santos.
Para la especialista, en este nuevo
mecanismo de expresión es importante pensar en el tipo de
mensaje que se ‘emite', en especial si se sabe que entre los
seguidores puede haber compañeros de trabajo.
Tener una cuenta de Twitter, dice la
académica, va más allá de ‘lanzar' los 140 caracteres que primer
vengan a la mente. Hay que considerar otros aspectos, entre
éstos definir si el perfil será
público o privado. Además,
no es recomendable publicar
datos personales (como teléfono y dirección) y hay que
pensar si sólo habrá envío o se dará cierta interacción.
Originalmente, esta herramienta fue
concebida como un servicio de
microblogging, para
compartir estados de ánimo con familiares y amigos.
Ahora, esta red social permite tener información que va más allá
de divagaciones personales, "sale
del control de los di señadores de la tecnología, de
los gobiernos y de todas las esferas de autoridad, acostumbrados
a controlar lo que ocurre en sus países",
indica Santos.
Por su poder de penetración, añade, hay
que aprender a sacarle provecho a esta herramienta, en especial
en cuestión laboral. Aquí, la recomendación es
considerar una cuenta exclusiva
para grupos de trabajo. Con una red propia se puede
tener más control sobre los contenidos, identificar qué tipo de
material se sube y quienes pueden visitar ese dominio, señala
Jonathan Corona, ingeniero en sistemas computacionales del
Instituto Politécnico Nacional.
En el mercado hay varias opciones
‘ejecutivas' para comunicarte al estilo de los 140 caracteres,
por ejemplo,
Yammer, un programa
que utiliza el modelo de comunicación de Twitter, con la
diferencia de que sólo los poseedores de un mismo correo
corporativo (@nombredelaempresa.com) pueden 'verse' entre ellos.
Este sistema permite crear
grupos de trabajo (como ventas, desarrollo,
administración, etcétera) y los mensajes, además de
no tener límite de longitud,
pueden llevar contenidos
adjuntos. Es gratuita, pero para incluir ciertas
aplicaciones hay que pagar una cuota, que oscila entre los 36 y
61 pesos al mes.
Otra opción es
WackWall, un sitio que permite
mensajes privados
entre miembros de una comunidad, y da la posibilidad de
compartir videos, fotos y crear comunidades para los clientes de
una empresa, así como blogs y foros. Incluso, a través de este
sistema se organizan eventos con la ventaja de que uno puede
seleccionar quién se entera o no de una convocatoria. Esta
plataforma es gratuita.
Sea cual sea la alternativa, no hay que
dejar de lado que las redes sociales pueden ser un contacto
profesional más que efectivo. Así lo ve, por ejemplo,
PricewaterhouseCoopers,
quien patrocinó una nueva función en el sitio de redes
profesionales LinkedIn,
donde los estudiantes ponen su nombre, especialidad e industria
donde quieren laborar, y tiene acceso a un listado de vacantes
de empleos, elegidos por la consultora. La función, por el
momento, sólo está disponible para
universitarios en
Estados Unidos.
En 2010, de acuerdo con el blog en español
de Twitter, se publicaron
25,000 millones de mensajes
en esta red y 100 millones de personas se registraron
como usuarios.