A DONDE VA LO QUE
SE CONFISCA AL NARCO ?
¿A dónde va lo que se confisca al narco?
El Servicio de Administración y Enajenación de Bienes abrió una de
sus 60 bodegas; en la bóveda de un banco mostró joyas incautadas a
criminales, contrabandistas y evasores fiscales.
¿Alguna vez se ha puesto a pensar a
dónde van todas las propiedades, dinero o aviones que son
confiscados en la pelea contra el crimen organizado? ¿O qué destino
tienen los inmuebles que Hacienda requisa a quienes no pagan sus
impuestos o los bienes que las aduanas retienen por contrabando?
Todo termina bajo la tutela del
Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), una
paraestatal que administra y liquida los bienes transferidos al
Estado.
Todo este stock es almacenado en
alguna de sus 60 bodegas. El volumen no es menor: juntas equivalen a
la superficie de 17 Estadios Aztecas. Esta entidad tiene en su poder
75 millones de bienes asegurados.
En los últimos seis meses, la guerra
contra el narco y la situación económica multiplicaron el número de
bienes en el SAE. Sólo teniendo en cuenta el dinero incautado en el
primer semestre de 2009, los montos crecieron 50% (52.5 millones de
dólares versus 22.6 en igual periodo de 2008).
Aunque el SAE sólo maneja 5% de los
bienes decomisados en operativos contra el narcotráfico, para
Fernando Salinas, director corporativo de Operaciones de este
organismo, el impacto de las operaciones contra el crimen organizado
se ha visto en incrementos de bienes para el Estado.
El SAE fue fundado en 2003 por el ex
secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz. Se creó sobre los
escombros de cinco entidades que fueron disueltas: el FIDELIQ y el
Servicio de Administración de Bienes Asegurados; la Unidad de
Desincorporación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la
Administración General de Destino de Bienes de Comercio Exterior y
las gestiones de recibir bienes de la Dirección General Adjunta de
Cartera y Activos no Monetarios. También recibe bienes de la
Procuraduría General de la República incautados por piratería.
En el pasado, miles de bienes se
perdían en las bodegas del Estado por la poca rapidez y la falta de
organización en su administración y liquidación. En la PGR, los
bienes del narco, por ejemplo, eran incorporados con poco control en
la pelea contra el crimen, recuerda un ex empleado del Ministerio
Público que pidió el anonimato. "El dinero se utilizaba
inmediatamente en acciones policiales", añade.
Pasen y vean
Una de sus bodegas en el Estado de
México es tan grande como dos canchas de futbol y está repleta de
autos nuevos. Los encargados piden que no se revele el lugar
específico por cuestiones de seguridad. La cantidad de vehículos,
algunos aun sin placas, es embriagante. En una esquina, un Porsche
rompe el paisaje que marca una serie de BMW nuevos incautados a
narcotraficantes.
El encargado del predio dice que
tienen mucho cuidado de no combinar los bienes asegurados por
delitos de narcotráfico con los relacionados a confiscaciones por
problemas con el fisco o con Aduanas. Sin embargo, en este predio se
encuentra un camión Volkswagen que se incautó al empresario chino
Zen Li Ye Gon, acusado por tráfico de metanfetaminas, estacionado a
unos metros de una ambulancia.
Pero lo más impactante son las joyas.
En una visita a una bóveda de un banco donde las tienen custodiadas,
impresionan los relojes Bling Bling, de Jacob and Co, el joyero de
los raperos de EU. Son piezas llenas de diamantes y otras piedras
preciosas. Hay uno con una hoja de mariguana y uno con la Santa
Muerte, que se llama ‘Happy Ghost'. Hay Patek Philippe y Hublot que
cuestan más de 20,000 dólares cada uno. También brillan dos
cubiertas para pistola decoradas con diamantes y rubíes. Nadie sabe
quiénes fueron sus propietarios. Las únicas joyas de las que se
conoce su dueño son las que se confiscaron a Zen Li Ye Gon (unas
bolsas de Judith Lieber hechas a mano con cristales austriacos
valuadas entre 4,000 y 10,000 dólares, collares de Tiffany creados
para la esposa de Ye Gon y varios relojes).
Más allá del color, también hay
bienes productivos. Hoy el SAE está vendiendo cuatro ingenios
azucareros (La Joya, Santa Rosalía, San Pedro y San Francisco el
Naranjal) que se encuentran en Campeche y Veracruz. Los ingenios
pasaron al Estado en 2001 por problemas fiscales, pero no fue sino
hasta 2005 cuando se autorizó su venta. Estos ingenios representan
11% de la producción nacional de azúcar.
El SAE también vendió el periódico El
Independiente y los equipos de futbol Santos y León, confiscados a
Carlos Ahumada. Y también administra la extravagante casa de Ye Gon,
"queremos rentarla", afirma Fernando Salinas.
El peso de la economía oscura
El SAE es considerada la paraestatal
más activa y la que más activos produce para el gobierno, después de
Pemex. Desde su fundación ha liquidado casi 40,000 créditos de
cartera vencida de bancos quebrados; destruyó 65 millones de
productos pirata; vendió 8,800 bienes inmuebles y ha comercializado
más de 48 millones de muebles.
Los procesos se han agilizado pasando
de vender 80 inmuebles por un valor de 143 MDP y un millón de
muebles por 19 MDP en todo 2003 a vender 222 MDP en inmuebles y 316
MDP de muebles el año pasado.
El dinero es administrado con
controles fiduciarios estrictos, y después de pagar gastos de
operación (que oscilan en 800 MDP anuales) las ganancias son
distribuidas en partes iguales entre el sector salud, el judicial y
los organismos de la policía. Para 2006, el monto dividido entre los
tres sectores fue de 39 MDP. El año pasado, la suma se duplicó: 60
MDP. El fondo que giró esta dependencia a la Secretaría de Salud en
2008 fue de 20 MDP, lo que equivale al salario anual de 1,538
enfermeras. Se espera que para 2009, el fondo aumente
considerablemente. En siete años, dice Luis Miguel Álvarez, director
general del SAE, "nos hemos ganado una reputación envidiable, y aun
las mismas empresas privadas nos buscan para que las liquidemos".
Este organismo realiza permanentes
subastas públicas, algunas presenciales y otras virtuales vía su
página (www.sae.gob.mx) y por eBay. Las subastas presenciales se
hacen cada tres meses en una casa de subastas en el centro del DF y
en otros estados. Los nombres de los clientes se reservan, pero hay
quienes han comprado desde un ferrocarril hasta una ardilla
disecada.
"La cultura de las subastas
presenciales es única y todos nos conocemos", comenta un cliente de
una empresa de aviación de Morelia que pidió el anonimato. "Siempre
voy porque nunca se sabe si se puede conseguir un buen avión por el
precio base". Su negocio consiste en comprar en las subastas lotes
de aviones chatarra que utilizan para refacciones.
El SAE es una de las instituciones
federales donde más impactará la nueva Ley de Extinción de Dominio,
que incauta bienes a personas acusadas de narcotráfico, lavado de
dinero y secuestros. La ley tiene dos caras para el SAE. Una buena,
porque ahora podrán vender a precio de mercado los bienes aun cuando
los casos no han sido definidos por las cortes. Antes, el Estado
debía mantener los bienes intactos, y sólo venderlos o regresarlos
al final del juicio, que podía tardar hasta ocho años. Ahora, los
fondos serán depositados en fideicomisos, y al final del juicio, si
los acusados son inocentes, recibirán el dinero con intereses.
Sin embargo, el lado difícil de la
ley es que establece términos más rápidos para deshacerse de los
bienes (de seis meses a un año). De acuerdo con Salinas, del SAE,
esto es un desafío administrativo para la organización que cuenta
sólo con 600 empleados, entre abogados, contadores, administradores
y banqueros. Actualmente, el tiempo promedio para liquidar los
bienes es de dos años Fuente
ALGUIEN QUIERE LO QUE TU TIENES, ALGUIEN TIENE LO QUE
TU QUIERES.
- Como vender por Internet
- Como comprar por Internet
- Guías de compras (Lo que debes
saber antes de comprar)


|