El concepto “comercio digital” hace referencia a la mezcla entre la experiencia que se tiene durante una compra física de toda la vida y la compra completamente de forma digital. Muchas personas hicieron compras de esta forma durante la pandemia cuando era prácticamente imposible hacerlo presencialmente.
El comercio digital tiene como objetivo satisfacer las necesidades de los clientes durante las transacciones a través de una experiencia única que jamás se había probado y que se espera que se pueda seguir perfeccionando.
Desde hace ya un tiempo, la opción de disfrutar de nuestros hobbies sin necesidad de salir de casa se ha vuelto cada vez más usual.
Hace ya unos años que, por ejemplo, podemos entrar en la web y ver visualmente la calidad de los platos y pedir comida a domicilio. Para muchos, esto va más allá que coger el teléfono y llamar como se hacía mucho años atrás. Otro buen ejemplo es en el tema del entretenimiento. Los salones de juego dieron un paso al frente para llegar a sus clientes sin que tengan que salir de casa. Ahora se puede jugar a las máquinas tragamonedas con dinero real como si estuvieras en un casino pero sin moverte de tu casa. Proveedores como VSO permiten jugar de forma segura y desde tu móvil a esta forma de entretenimiento. Además, no importa el monto por el que quieras jugar, pues encontrarás el juego que te gusta, ya que disponen de apuestas bajas y altas. Además, estar en la red tiene más beneficios en todos los sectores. Por ejemplo, en el juego dispones de bonos con los que poder conseguir un dinero extra.
Ahora bien, la cosa no acaba ahí.
Elegir entre físico o virtual
Las empresas se vieron obligadas a reorganizar su negocio tras el aislamiento que tuvo un gran impacto en ellas, y a pesar de que las restricciones ya han caído, los consumidores se han acabado acostumbrando a esta forma de comercio. Entonces, ¿qué es mejor? ¿Comprar en la tienda física o a través de la web?
En la tienda física el cliente puede ver directamente con sus propios ojos los productos, así como tocarlos y, en algunos casos, probarlos. Es una gran idea eliminar esa barrera que existe entre la compra física y la online y con la que se busca tener la cercanía y la fluidez con el cliente en todos los sentidos.
Eso sí, al fin y al cabo el mundo de las compras físicas va a tener que adaptarse al mundo online y viceversa, ya que ambos tienen ventajas y desventajas que deben compensar juntos.
Ventajas y algunos de los desafíos que se encuentran en el entorno digital
Según varios expertos, la experiencia digital tiene numerosos beneficios para aquellos que lo implementan en su negocio, como por ejemplo:
- Aumenta el ROI. Cuando se debe analizar el retorno sobre la inversión, las tiendas online ofrecen la información que se necesita de forma general, cosa que por separado sería imposible obtener. Gracias a esto, es posible entender la forma en la que funciona de forma conjunta y si es buena idea seguir por esa vía de negocio.
- Mayor alcance e impacto. Teniendo en cuenta cuáles son las preferencias de los usuarios es posible desarrollar las estrategias que mejor se adapten y transformar, así, los objetivos de la empresa.
- Ampliar la oferta. Normalmente, en una tienda física solo puedes encontrar productos centrados en la zona en la que se encuentra ubicada, pero en la web siempre puedes ir un paso más allá y ofrecer todos los productos.
- Construir la imagen de marca. Solo si el usuario siente que la experiencia comprando en la tienda digital y en la física es la misma, éste hará que el valor de la marca aumente y se sienta mucho más cómodo a la hora de realizar sus compras.
Las compras del futuro: ¿cómo serán?
Seguramente, las compras del futuro serán mucho más personalizadas de lo que son ahora, así como sociables, y las marcas pondrán mucho más empeño en conocer cuáles son las experiencias tanto en los locales físicos como en la web para asegurarse de que son prácticamente iguales.
Como el objetivo principal es que esas experiencias se centren en las personas, las experiencias que se generen deben ser mucho más reales y personalizadas, intentando que se cree un vínculo emocional con el usuario.
Por otro lado se encuentran los servicios de autoatención, cuyo fin es reducir los costos operativos. Un ejemplo de esto se encuentra en McDonalds, donde puedes hacer tu pedido directamente desde una máquina sin tener que hacer cola para pedir.
Pronto será normal pagar en los locales sin que sea necesario tener delante a una persona que te cobre, sino una máquina.