¿CÓMO HACER UN JARDÍN
ZEN?
El jardín Zen
como lo conocemos hoy tiene sus raíces en el siglo XIII, pero los
principios que lo sustentan son tan verdaderos actualmente como lo
eran ayer. Crear un espacio de estos, tranquilo y estéticamente
agradable es una experiencia tan serena y gratificante como lo es su
propio mantenimiento.
El principal objetivo de un
jardín Zen, o “jardín
seco”, es ser un lugar de meditación y contemplación. Una de sus
grandes ventajas es que no se precisa de mucho espacio para crear
uno. Puede ser en el exterior de tu casa o hasta en el interior, lo
más importante no es su tamaño, sino los elementos que lo componen.
En la creación de tu primer jardín
Zen hay tres aspectos esenciales a considerar: el espacio,
la fluidez y la simplicidad.
1 - El primer paso es decidir el
lugar y el tamaño de tu jardín Zen, considerando el espacio
disponible y el tiempo que tendrás para dedicarle a esta pequeña
maravilla de la naturaleza. Puedes disponer de una parte de tu
jardín o comenzar por uno en miniatura que puedas colocar, por
ejemplo encima de tu escritorio.
No olvides que el jardín Zen es por encima de todo, un lugar de paz,
por eso, si tienes niños o animales considera bien su ubicación. Los
pasos a seguir serán los mismos aunque a escalas diferentes.
2 - La mayoría de los elementos
necesarios para crear un jardín Zen pueden ser adquiridos en tiendas
de jardinería, bricolage y ferreterías. Lo que vas a
precisar para comenzar:
. madera o un recipiente grande
. clavos, tornillos o cola para madera
. herramientas adecuadas
. materia de protección contra hierbas dañinas
. arena, grava, rocas, piedras y otros elementos decorativos
. iluminación
. paciencia
3 - Utilizando tamaños de madera
adecuados, construye un molde para contener la arena y los otros
elementos que compondrán tu jardín Zen. Utiliza las placas de
madera para construir una caja lo suficientemente profunda para
contener cerca de 10 cm de arena. Después de construido el molde,
que puede ser cuadrado, rectangular u ortogonal, puedes pintarlo o
barnizar la madera para obtener un acabado más perfecto. Si la idea
es tener un jardín Zen en miniatura, puedes construir tu propio
molde en madera o escoger entre una variedad de recipientes
adecuados. Si prefieres un recipiente en mimbre por ejemplo, será
necesario forrarlo en plástico para impedir que la arena se escape.
4 - Los
jardines Zen seducen,
principalmente, por su limpieza y líneas simples, por eso, si lo
ubicas en el exterior, precisas protegerlo de las hierbas dañinas,
que puedes conseguir en comercios especializados.
5 - Llena el recipiente con arena
hasta el borde y utiliza un rastrillo para distribuirla
uniformemente. Si quieres puedes agregarle grava para dar mayor
consistencia y equilibrio a la arena. Cada uno de los elementos
tienen su propio simbolismo, siendo que la arena y la grava
representan el agua, que a su vez simboliza la paz y la tranquilidad
de la mente y el espíritu.
6 - Las rocas son piezas clave en un
jardín Zen y simbolizan
las montañas como un elemento predominante de la naturaleza. Estas
se suman a las piedras decorativas de colores, con tamaños y
texturas variadas, pequeños troncos, con o sin musgo y un elemento
verde, como una planta o un bonsai. También puedes colocar estatuas,
faroles, puentes o elementos con agua. El mismo rastrillo es a
menudo una pieza más de la decoración. En última instancia, lo que
se pretende es crear un escenario visualmente agradable, por lo
tanto, atrévete a experimentar con los diferentes elementos cuidando
siempre de no llenar demás el espacio. Un jardín minimalista va a
acentuar la fluidez de las líneas y los objetos.
7 - Las rocas y las piedras quedan
mejor si las sumerges parcialmente en la arena. No las coloques en
el centro del recipiente, sino a los lados. Se dice que para tener
suerte, debes utilizar un número impar, posicionándolas
asimétricamente. Los budistas creen que cada piedra tiene una “cara
feliz”, o sea, examínalas de cada ángulo para determinar su “mejor
lado”. Tradicionalmente, los arreglos Zen son compuestos por cinco
grupos de tres piedras cada uno. Experimenta para ver como te gusta
más y no olvides que la idea es mantener el jardín lo más simple
posible.
8 - Las luces y sombras le dan un
aire muy peculiar y hasta misterioso a los jardines Zen. Puedes
agregarle unas luces eléctricas, para disfrutarlo también de noche.
Las lámparas coloridas son una buena opción, o velas para dar un
efecto visual espectacular debajo de las estrellas!
9 - Con el recurso del rastrillo
“peina” la arena, formando diversos patrones: un diseño largo y
curvo representa aguas agitadas, mientras que las líneas rectas
simbolizan aguas calmas.
10 - Ahora a disfrutar de tu
jardín Zen! Piérdete en su
belleza mientras te relajas o meditas. El mismo trabajo de
mantenimiento y el experimentar con sus posibles variantes es ya un
poderoso anti-estresante y debe ser divertido. Busca y conoce otros
jardines para inspirarte y obtener nuevas ideas. Agrega o retira
elementos, altera los diseños en la arena, adapta tu jardín al
estado de tu espíritu.
ALGUIEN QUIERE LO QUE TU TIENES, ALGUIEN TIENE LO QUE
TU QUIERES.
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saber antes de comprar)


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