PADRES QUE SIENTEN
CELOS DEL BEBE RECIEN NACIDO
¿Celoso del bebé? ¿Cómo enfrentarlo? Hay
hombres que tienen reacciones inusuales ante la llegada de un nuevo
miembro a la familia ¿Su marido siente celos del bebé que acaba de
nacer? Una de las polémicas más frecuentes entre las parejas que
esperan un hijo, y entre aquellas que tienen un bebé recién nacido,
se relaciona con la reacción del padre ante el acontecimiento
Son muchos los hombres que cambian de
comportamiento, o comienzan a tener reacciones poco usuales ante la
presencia del nuevo miembro de la familia. Cuando una pareja me
busca para consultarme sobre ese tema, lo primero que hago es
sondearlos a ver si existen problemas entre la pareja que tengan un
origen previo a la llegada de su hijo. Después pasamos revista a los
deseos y expectativas que se esconden detrás de la idea de ser
padres.
No hay dudas de que el embarazo y el
nacimiento de un bebé ponen a las parejas ante situaciones que no
siempre imaginaron. Muchas veces -incluso a pesar de haber visto
casos entre sus allegados-, los padres se sorprenden de la cantidad
de tareas nuevas que deben acometer tras el nacimiento del primer
hijo. Tareas incómodas, por caso, pero que se convierten en una
prioridad repentina en sus vidas.
Al comienzo de la civilización humana
los hombres comenzaron a entender cuál era su participación en el
proceso de gestación. Igual se trató de un proceso tardío, ya que
antes imaginaban que el embarazo era fruto del poder de la mujer y
los dioses.
La gravidez siempre le causó
extrañeza a los hombres, pues se trata de un estado poco familiar a
su biología y a su estructura sicológica, por lo que puede llegar a
despertar fuertes y confusas emociones. Alegría, celos, exclusión,
debilidad, fuerza o inseguridad pueden acometerlos, llegando a
hacerlos dudar en relación a como tratar a sus parejas embarazadas,
ante las que pueden llegar a expresar ese estado de confusión. Para
muchos hombres existe una sensación de que los hijos pertenecen a la
mujer, ya que esta ésta quien los carga en su panza y los amamanta
por un buen tiempo.
Por otra parte, también es común que
algunas mujeres se aparten de sus maridos desde el momento en que se
convierten en madres, lo que a los hombres puede activarles
inseguridad y sensaciones de exclusión. Hay un mito en relación a la
gravidez, que asegura que para la mujer se trata de un estado
natural, familiar y por lo tanto 100 por ciento libre de
inseguridades y temores. Mentira: hombres y mujeres que son padres
por primera vez no saben con certeza lo que implicará la llegada del
bebé para la vida de ambos, en los aspectos físico, personal,
laboral, social y financiero.
La pareja necesitará entonces
mantener un buen nivel de diálogo, y que el padre esté incluido en
todos los aspectos inherentes al embarazo, como la elección del
nombre, del médico, consultas prenatales, ecografías, compras de
ropa, accesorios y principalmente a la hora del nacimiento. Es
crucial que la mujer invite a su pareja a compartir con ella todas
las situaciones, y no se intimide con una cierta regresión en su
comportamiento que puede empezar a exteriorizar el integrante
masculino de la pareja.
Puede ser muy común que en los
primeros días del bebé en casa, se escuchen frases como "el bebé es
más de la madre que del padre", o "los bebés dependen de la madre
para sobrevivir". Pero no son frases tan comunes como ya lo fueron
en el pasado, porque venimos viendo un gran cambio en cuanto a la
posición del padre, y esa idea del protagonismo excluyente de la
madre ha quedado en desuso. Los hombres se han convertido en socios
igualitarios durante el embarazo y el cuidado de los hijos, más que
en simples "colaboradores", como sugieren las frases hechas sobre el
tema. Los padres varones han comprendido que su presencia es vital
para el desarrollo de los hijos, y también para que su esposa se
sienta apoyada en la transición de mujer a madre.
El diálogo es la clave
El embarazo y la llegada del primer
hijo son apenas disparadores que pueden traer a la superficie otro
tipo de divergencias, que no tienen relación directa con la
gestación de un niño, pero que pueden remover historias pasadas de
la vida de un hombre.
Como terapeuta de parejas, creo que
la solución sólo llega a través del diálogo. Los hombres suelen ser
poco explícitos en cuanto a sus sentimientos y fantasías, y cuando
pueden expresarlos no siempre son comprendidos por sus mujeres. Es
una situación compleja, sumando a ello que los hombres suelen tener
internalizada la idea de que el embarazo y la llegada de un bebé a
casa es un proceso que los excluye.
A la par
Desde el comienzo de la civilización
se le atribuyó a la mujer la función de cuidar a la familia y los
hijos. Los hombres se encargaban de salir a cazar y traer
provisiones para garantizar el sustento de la familia. Un concepto
que se relaciona con factores biológicos: la mujer se embaraza, la
mujer amamanta, y ninguna de esas funciones pueden ser cumplidas por
un hombre, al menos hasta ahora.
Para los hombres, esas fases son su
oportunidad para estar al lado y no a un lado. No ser quien alimente
significa, para muchos, la exclusión, la idea de no ser tan
importante en el cuidado del bebé. Claro que no se trata de un
fenómeno universal, porque muchos padres en estos días son muy
proactivos en el cuidado de sus hijos, transformando los eventuales
sentimientos de exclusión en complicidad y alegría. Hay incluso
casos de hombres que también "se embarazan" y sienten naúseas,
antojos o afines, como tentativa de aproximarse a un estado tan poco
conocido; allí los hombres buscan un lugar de solidaridad con sus
parejas y hasta dan una señal del lugar que ocuparán de allí en más
ante su mujer y su familia.
El rol de la madre en la relación
La madre es quien le presenta el hijo
al padre, y quien le confiere a éste el lugar de importancia en la
relación. El padre llega para dividir y democratizar una relación
que inicialmente tiene características muy simbióticas, por las
propias necesidades biológicas del bebé y la mamá. Pero también es
sabido que cuando una pareja tiene una buena comunicación, y la
presencia del padre es bienvenida, realzada y valorada por la madre,
es fundamental para el buen desarrollo de los hijos.
Es importante resaltar que las
mujeres de la familia (madres, abuelas, tías, niñeras) deben aceptar
que los cuidados que un hombre dispensa a su hijo pueden ser hechos
de forma diferente al que ellas acostumbran, y eso incluye desde los
juegos con el bebé hasta la forma de cargarlo para darle de comer.
No por eso son inadecuados, claro.
División de tareas
Nuestra cultura también da por
sentado que los hombres deben seguir siendo responsables por proveer
las necesidades materiales de la familia, y que las misiones
educacionales y emocionales queden a cargo de las madres. Pero eso
también ha cambiado, porque en los tiempos que corren hay mujeres
responsables por proveer a sus familias de lo material y de las
necesidades fectivas de los hijos, todo al mismo tiempo. Un fenómeno
que se ve en variadísimos segmentos sociales.
Contenido por:
Blenda Oliveira
Especialidad: Psicología
-
Fuente
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