PRIVATIZAN LA
GUERRA CONTRA EL NARCO
Privatizan la guerra contra el narco. En
entrevista exclusiva con M Semanal, Sascha Forst, vocero de JDW
aseguró que si bien “en este momento no podemos confirmar o negar
ninguna comunicación con el gobierno mexicano, sí le aseguramos que
estamos preparados para desplegar nuestras tropas
La superficialidad con la que se ha
tratado la existencia de grupos militares privados en México resulta
preocupante. No son grupos o individuos, son empresas
multinacionales quienes han visto en la privatización de la guerra
contra el narcotráfico un gran negocio: de la mano del Pentágono y a
través del Plan Mérida se encuentra en operaciones en México uno de
los ejércitos privados más poderosos del mundo, Blackwater, empresa
que cambió su nombre a Xe Services luego de verse involucrada en un
tiroteo en Irak donde fallecieron 16 civiles. Y aunque junto con
otras empresas del ramo se hacen llamar Peace Operation Companies
(Empresas para Operaciones de Paz), lo cierto es que organizaciones
internacionales como la Cruz Roja y la ONU consideran mercenarias a
las Compañías Militares Privadas (PMC por sus siglas en inglés).
A pesar de las decenas de
recomendaciones que existen sobre la utilización de mercenarios como
medio para violar los Derechos Humanos y obstaculizar el ejercicio
del derecho de los pueblos, emitidas por la libre determinación de
la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la
Organización de las Naciones Unidas, el gobierno de Federal parece
estar dispuesto a abrirle las puertas a los mercaderes de la guerra.
Tal fue la propuesta realizada en mayo pasado por el presidente
Felipe Calderón a un grupo de empresarios de Monterrey y Ciudad
Juárez, quienes aquejados por la inseguridad le demandaban mayores
acciones. El mandatario les sugirió que contrataran servicios de
seguridad formados por ex militares, de preferencia extranjeros, y
que el Estado se encargaría de darles los permisos necesarios para
la portación de armas y demás equipo militar.
ANIQUILAR A LOS ZETAS
El 12 de octubre pasado la PMC Jax
Desmond Worldwide emitió un boletín de prensa donde ofrecía sus
servicios al gobierno mexicano para acabar en 120 días con la banda
criminal y de sicarios con mayor poder de fuego y entrenamiento del
país, Los Zetas. En entrevista exclusiva con M Semanal, Sascha
Forst, vocero de JDW aseguró que si bien “en este momento no podemos
confirmar o negar ninguna comunicación con el gobierno mexicano, sí
le aseguramos que estamos preparados para desplegar nuestras tropas
y estamos en comunicación con un número de autoridades que
consideran oportuna esta operación”.
Desde la óptica de esta empresa, “es
evidente que México no puede ganar la guerra contra las drogas sin
asistencia”, por ello JDW asegura que se ha vuelto una necesidad
para el presidente Calderón aceptar su oferta. “Creemos que podemos
dominar el campo de juego y extinguir la presencia de Los Zetas a lo
largo del país”. Para cumplir su objetivo la empresa asegura tener
personal de inteligencia capacitado, es decir contratistas en
nuestro país que proporcionan la información necesaria para combatir
a los ex Gafes (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales), además de
que sus estrategias están supervisadas por personal de inteligencia
de EU e Israel, así como por ex funcionarios del Pentágono y la Casa
Blanca.
Sascha Forst se muestra enérgico y
contundente: “Jax Desmond Worldwide no es una empresa de mercenarios
ni un grupo paramilitar, es una firma de manejo de riesgo que provee
soporte directo antiterrorista y contrainsurgente a gobiernos que
son aliados de Estados Unidos”, lo cual resulta cierto dado que las
PMC estadunidenses no pueden actuar o brindar entrenamiento a
terceros países sin la anuencia del Pentágono. “Nosotros —explica
Forst— proveemos una línea de servicios de seguridad dirigida a
clientes civiles; éste en particular —combatir a Los Zetas— no es
uno de ellos. Nosotros no seríamos mejores que Los Zetas si
operáramos en México bajo un contrato con civiles. Eso nos
convertiría en mercenarios, asesinos, en mafiosos y es algo en lo
que ni siquiera nos atreveríamos a pensar”.
En cambio, aconseja a las empresas y
ciudadanos mexicanos que si en verdad quieren su ayuda “le pidan a
su gobierno que acepte nuestra oferta. Entonces nosotros iremos a
ayudarlos. Para lograrlo necesitamos la cooperación del Estado
mexicano”.
—¿Qué tan grande es el poder de fuego
de JDW como para poder vencer a Los Zetas, ex militares de fuerzas
especiales que conocen el terreno y quizá cuenten con el arsenal más
poderoso del país?
—Entenderás que no podemos dar esas
especificaciones por razones de seguridad, lo que sí te puedo decir
es que nuestra capacidad es inalcanzable para Los Zetas. Nosotros
tenemos acceso a la más moderna maquinaria de guerra disponible en
el mercado y estamos dispuestos a utilizarla toda. Es posible que
Los Zetas tengan el arsenal más poderoso en México, pero ten por
seguro que nosotros tenemos el arsenal más poderoso del mundo.
AGUA SUCIA EN EL PLAN MÉRIDA
En 2007 el Departamento de Defensa de
Estados Unidos (también conocido como el Pentágono) invitó a cinco
empresas contratistas —nombre que se les da a las PMC por brindar
sus servicios por contrato— a trabajar con el CNTPO (Counter Narco
Terrorism Program Office), la oficina del Ejército estadunidense que
opera dentro del Plan Mérida. De acuerdo con una nota del Times Army
publicada en el ISR Journal por Paul Richfield, estas cinco empresas
se dividirían un presupuesto de 15 mil millones de dólares a pagarse
en cinco años. Entre este grupo selecto se confirmó en aquel
entonces la participación de dos: ARINC, “un proveedor de sistemas
de comunicación aéreos” (aviones y helicópteros entre otros) y la
PMC Blackwater USA (actualmente Xe Services), denominada por su
dueño, Erik Prince, la quinta columna del Ejército estadunidense.
Blackwater intentó ese mismo año
montar una base de entrenamiento en California, en las cercanías de
la frontera con México, para capacitar elementos policiales y
militares, una versión en el desierto de la mítica Moyock asentada
en los pantanos de Carolina del Norte (de ahí el nombre original de
la empresa, en español: agua negra o sucia) y cuna de uno de los
ejércitos privados más poderosos del mundo, el cual cuenta con una
base de datos de 20 mil elementos —todos ex militares con
experiencia en combate— dispuestos a entrar en acción en el momento
que se les llame. De acuerdo con el contrato la empresa de Prince se
haría cargo de construir instalaciones de entrenamiento y adiestrar
unidades aéreas antinarcóticos, así como capacitarlas en materia de
seguridad, proveer información geográfica y “apoyo de campo”. Un año
después de obtenido el contrato, en 2008, la PMC emitió un boletín
donde lamentaba la oposición de California a la construcción del
campo de entrenamiento, pero en la actualidad las ofertas públicas
—y las no tan públicas— de trabajo de Xe Services continúan
solicitando personal para operar sistemas de cómputo, analizar
información y pilotear aeronaves para el CNTPO. Incluso en ese 2007
pidió permiso para adquirir un par de helicópteros Súper Tucano que
son los empleados en Afganistán y Colombia para operaciones
antinarcóticos.
Lo anterior indica que Xe Services
ocupará dentro del Plan Mérida el lugar que DynCorp y Northtrop
Grumman tienen dentro del Plan Colombia, relaciones que salieron a
la luz cuando un helicóptero militar tipo Huey II de la primera
empresa fue derribado por los terroristas de las FARC (Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia) en 2001. Allí viajaban cuatro
contratistas estadunidenses: uno falleció y los otros tres fueron
rescatados por efectivos de los EU luego de un intenso tiroteo en la
selva, digno de una de las miles de películas sobre Vietnam. Dos
años después de este incidente, en febrero de 2003, otra aeronave,
esta vez un avión de “fumigación” —algunas fuentes aseguran que
realizaba acciones de espionaje— fue derribado con tres contratistas
estadunidenses de Northtrop Grumman: Thomas Howes, Marc Gonsalves y
Keith Stansell fueron capturados por las FARC y su historia culminó
seis años después al ser liberados por el Ejército colombiano en la
llamada “Operación Jaque”, donde también se rescató a la ex
candidata presidencial Ingrid Betancourt.
Al igual que el contrato firmado por
Xe Services para México, los convenios de cooperación con Colombia
son de entrenamiento y asesoría técnica. Sin embargo, podrían actuar
sin son atacados o en un operativo de rescate de sus tropas.Fuente
Compartir este articulo : | | | | |
ALGUIEN QUIERE LO QUE TU TIENES, ALGUIEN TIENE LO QUE
TU QUIERES.
- Como vender por Internet
- Como comprar por Internet
- Guías de compras (Lo que debes
saber antes de comprar)


|