México ha creado un parque marino para proteger a las rayas, las ballenas y las tortugas. Si nuestro gran planeta azul nos ha enseñado algo es que las criaturas marinas son increíbles y necesitan protección.
El gobierno mexicano ha creado la reserva oceánica más grande de América del Norte en el Océano Pacífico alrededor del archipiélago de Revillagigedo, una serie de islas conocidas por su abundante vida marina. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha dicho que «reafirma su compromiso con la conservación del patrimonio de México y el mundo». Este archipiélago ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La nueva zona de protección marina cubre 150.000 km cuadrados de océano alrededor de las islas, aproximadamente equivalente al tamaño del estado de Illinois en los Estados Unidos. El archipiélago de Revillagigedo se encuentra a unos 390 km al sureste de la península de Baja California, que separa el Océano Pacífico del Golfo de California.
Las cuatro islas volcánicas que conforman el archipiélago y las aguas que lo rodean albergan cientos de especies de animales y plantas, como las rayas gigantes, la ballena jorobada, las tortugas y las aves migratorias. Además, el hábitat adecuado para muchas especies marinas se rige por factores que cambian con las estaciones, como las corrientes, los frentes y los remolinos. Esto significa que la distribución de especies marinas puede variar mucho de mes a mes. Decenas de estas especies son únicas en el área, lo que hace que la protección del área alrededor del archipiélago sea aún más importante.
El archipiélago es conocido como las “Islas Galápagos de América del Norte», que se refiere a las islas volcánicas de la costa ecuatoriana cuya vida silvestre única inspiró al biólogo Charles Darwin.
Además de su distintiva vida marina, la zona de protección es conocida por ser un centro de cultivo para especies de peces que se pescan regularmente, como el atún y la sierra. La creación de la zona en México ahora prohibirá todas las actividades de pesca en esa ubicación, junto con la construcción de hoteles en las islas. Se espera que la creación de la nueva reserva oceánica ayude a recuperar las poblaciones de peces que han sido duramente golpeadas por la pesca comercial.
También, se espera que en un futuro cercano se implementen nuevas tecnologías de protección y seguimiento que ayuden a proteger y controlar a las especies marinas en peligro de extinción.
Según autoridades del país se llevarán a cabo actividades de vigilancia y capacitación en el área, incluida la supervisión remota en tiempo real, la educación ambiental de los pescadores locales y las sanciones contra quienes violen las normas de la zona.
La decisión ha sido avalada por grupos ambientalistas y de conservación como el World Wildlife Fund o el Fondo Mundial para la Naturaleza, que claramente piensan que México ha hecho lo correcto.
Si la nueva reserva de México protege la vida marina y nos permite maravillarnos con sus maravillas en persona o en la televisión, también estamos bien con nosotros.