Tener electrodomésticos en casa siempre ha sido de mucha ayuda. Pero además de los usos comunes que les damos, algunas veces no le sacamos el total provecho a nuestros aparatos. Precisamente por este motivo, terminamos botando innecesariamente mucha comida que aún podríamos consumir.
En ocasiones, compramos comida en la calle y la llevamos a casa para guardarla y comerla luego, pero al llegar pensamos que esta ya no sirve para el dia siguiente. Puede pasarnos también, que nos sobre alimento preparado y no sabemos qué hacer con él, por lo que decidimos inmediatamente deshacernos de él.
Cuando recién se distribuían los congeladores, todavía tenían muchas deficiencias respecto a rendimiento y beneficios: gastaban mucha energía y formaba muchos cristales de hielo en su interior, por tanto, todo lo que se colocaba en su interior terminaba cubierto por hielo. Esto provocaba que los alimentos se echen a perder.
Sin embargo gracias a la continua evolución tecnológica en electrodomésticos, podemos sacarle un mejor provecho a estos. En cualquier tienda de aparatos electrónicos para el hogar encontraremos un congelador vertical con tecnología no frost y ahorro energético, para que tus alimentos no pierdan su frescura al estar almacenados, puedas volverlos a calentar sin problemas y ahorrar la cuenta de tu recibo de luz.
Lo mismo sucedía con los primeros microondas: gastaban mucha energía y debido a su potencia se tomaban mucho tiempo en calentar el alimento. Ahora, esto ha cambiado, ya que la potencia de los microondas es mayor, tienen más funciones (incluso una función directa de descongelar comida) y consumen menos energía.
Estos son algunos de los electrodomésticos que han facilitado el trajín de guardar la bucólica para consumirla luego, pese a esto, hay varios mitos detrás de la comida congelada que las personas necesitan erradicar de sus vidas.
Uno de los mitos más comunes es que los alimentos que ya fueron descongelados con anterioridad no pueden volverse a congelar, pues es probable que ocasionen infecciones al estómago cuando ya fueron descongeladas, dado que las bacterias se han multiplicado. La solución para esto es cocinar el alimento que ha sido descongelado en vez de volverlo a guardar. El pollo o la carne pueden ser cocinados y guardados nuevamente, asi, no generarán bacteria alguna.
La mayoría de personas cree que si guardas en el congelador insumos alimenticios debes consumirlos lo más pronto posible, cuando en realidad, esto no es así. Todo dependerá de la fecha de vencimiento del producto. Si bien las bacterias pueden soportar la congelación, no aumentan ni dañan el alimento debido a la falta de agua y a la baja temperatura.
El congelador debe ser visto como un “stand by” de la comida. Por eso, se debe desechar el mito de no poder meter al congelador la comida que tiene unas horas fuera, porque supuestamente, ya no sirve. Esto es falso, pues si el olor y el sabor de la comida aún es agradable a las horas de estar a temperatura ambiente, entonces aún no ha iniciado su proceso de descomposición y por lo tanto, es válido ingresarla. Si es comida preparada, se debe tener cuidado pues al no haber ido guardada inmediatamente, puede haberse fermentado un poco y si será necesario consumirla lo más pronto posible.
Otro mito popular es que hay muchos alimentos que no se pueden congelar pues igual se echarán a perder. Lo mas seguro es que puedas congelar todo tipo de alimentos y tenerlos ahí por mucho tiempo. Especialistas consideran que la comida puede estar congelada un periodo de hasta seis meses, siempre guiándote de su fecha de caducidad. Desde alimento orgánico, excelente para tu dieta balanceada, hasta el fast food que no terminaste de comer. Frutas secas, arroz, palta, mantener tu comida y darle una segunda oportunidad dependerá de ti.