En 1975, la actriz y modelo
Brooke Shields
fue retratada por el fotógrafo
Gerry Gross,
en una sesión que aún sigue causando revuelo, pues Shields, quien en
ese entonces apenas tenía 10 años, aparece desnuda y en poses
provocativas.

Fue la madre de
Brooke, Teri Shields, quien autorizó se tomaran dichas imágenes,
porque para ella esto ayudaría a alentar la carrera de su hija,
quien desde los 11 meses ya trabajaba haciendo comerciales, y justo
un año antes de ese Photo shoot
había actuado en su primera película:
After de fall (1974).
El fotógrafo neoyorquino de modas colocó a la entonces pequeña
actriz, desnuda, maquillada y cubierta de aceite, sobre una tina
donde aparecía tomando un baño.
Se trataba del proyecto The Woman
in the Child, donde Gross trataba de "reveler la feminidad de
las niñas pre-pubertas comparadas con adultas", según explica el
blog Iconic Photos. Su trabajo
fue publicado por primera vez en la revista
Little Woman, y después en
Sugar and Spice, que es una
publicación impresa de Playboy, revela
listverse.com.
Brooke posó sin tapujos, y por ello recibió alrededor de 450
dólares por parte de Playboy Press,
socio de Gerry Gross. Mientras que su madre firmó el contrato y
otorgó los derechos completos de explotación de las imágenes, mismas
que también fueron exhibidas por la marca
Charles Jourdan en grandes
espectaculares de la 5ta avenida de Nueva York.
Como quería su madre, la carrera de Shields empezó a tener auge,
pues en 1976 firmó con la agencia de modelos
Eileen Ford y para 1978 rodó la
cinta Pretty Baby (1978), del
director Louis
Malle, la cual también causó polémica por tratarse de la vida de
un niña que crece en una casa de prostitución.
Sin embargo, para 1981, Brooke, de 16 años, decidió que no quería
que las famosas imágenes se utilizaran más e inició una batalla
legal contra Gross, donde le reclamó un millón de dólares. Shields
arguyó que fue su madre la que decidió ceder los derechos de las
fotografías, no ella; que éstas ya habían sido utilizadas y se
corría el riesgo de que se publicaran de nuevo en ediciones de
dudosa moralidad.
Los abogados de Shields lograron que no fueran utilizadas durante
los 2 años que duró el juicio, pero no pudieron hacer nada más, pues
Gross ganó el caso, avalado por el contrato firmado por la madre de
la Brooke de 10 años.
El tribunal reafirmó los derechos al fotógrafo, asegurando que
las fotos no violaban las leyes respecto a la pornografía
infantil.
Cuando esto sucedió, los abogados de la actriz de
La Laguna Azul (1980) buscaron otra estrategia para ganar
y optaron por alegar que la publicación de dichas imágenes le habían
causado no sólo vergüenza sino angustia a la ya adolescente; pero
este argumento no se tomó en cuenta.
"Estas
fotografías no son sexualmente sugerentes, provocativas o
pornográficas, ni implican promiscuidad sexual. Son imágenes de una
pre-puberta posando inocentemente en una bañera", consideró el
tribunal.
A Brook Shields no le quedó de otra más que acatar la decisión
del tribunal; mientras que Gross había quedado en la ruina después
del alegato.
Para 1992, el artista
Richard Prince estuvo interesado en adquirir los derechos de las
instantáneas. Cuando las tuvo, las retrató de nuevo, las
recontextualizó y les llamó "Spiritual
America". Prince, como artista contemporáneo ganó mucha fama y
su versión fue vendida por 151 mil dólares, además de ser expuesta
en el Museo de Arte Moderno, Tate,
del Reino Unido.
No obstante, en 2009, a 34 años de que se tomaran dichas
imágenes, el museo de Londres, debido a la indignación pública y
hasta a una visita de la policía, decidió retirar la versión de
Prince, que participaba para la exposición
Tate Pop Life, pues el cuadro
fue severamente criticado, publicó
popeater.com.