Usualmente, en las metrópolis se
encuentran aglutinados gran parte de los empleos realizados en
oficinas. Este es el caso de periodistas, secretarias, contadores e
ingenieros informáticos, los cuales pasan diario ocho horas, con
escasa movilidad, sentados frente a una computadora.
Según cifras oficiales, se tienen
registradas más de dos mil
afecciones relacionadas con el trabajo, que van desde el cáncer
por el manejo de sustancias peligrosas, hasta molestias musculares
tras pasar largos periodos de tiempo en una sola posición.
En este sentido, la
Organización
Internacional del Trabajo recalcó que, en términos económicos,
dichas afecciones provocan que 4 por ciento del Producto Interno
Bruto mundial, es decir, 1.25 billones de dólares, se pierda a causa
de los costes directos e indirectos relacionados con estas
enfermedades.
Asimismo, según un estudio realizado
por la comercializadora de material de oficina
Office Depot en mil empresas en
Europa, uno de cada cinco empleados de oficina tiene problemas de
salud laboral, siendo los más comunes el dolor de espalda y las
contracturas, señaló el sitio
sabelotodo.org
En México, el panorama no varía
mucho. "A pesar de ser un problema relativamente nuevo podemos
afirmar que 20 por ciento de los trabajadores mexicanos padecen
estrés -uno de cada cinco- e, incluso, algunas investigaciones nos
hablan de porcentajes más elevados", señala la Dra. Dunia de Martini
Romero, adscrita al Hospital Psiquiátrico Héctor Hernán Tovar
Acosta, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Durante los últimos años se han
reconocido una gran cantidad de males relacionados directamente con
las actividades laborales; sin embargo, existen diez de ellas que
han provocado los mayores aumentos en los niveles de ausentismo
erosionando gravemente la salud, publicó
saludymedicinas.com.mx
1. Síndrome de desgaste
profesional (burnout).
Fue definido por primera vez en el decenio
1970-1980 y se caracteriza por extremo agotamiento físico y mental,
bajo rendimiento laboral y pérdida de interés hacia el trabajo; su
nombre en inglés hace referencia a la expresión utilizada por los
primeros pacientes atendidos, luego de que se les preguntaba cómo se
sentían: "fundidos" o "quemados", respondían invariablemente.
Las estadísticas han permitido
confirmar que este problema es más frecuente en personas cuya
profesión se basa en el trato directo con gente: médicos,
psicólogos, trabajadores sociales, profesores, policías, bomberos,
guardias de cárceles, comerciantes y encargados de brindar
información o atención al público, ya que deben involucrarse en
problemas y preocupaciones de otros y enfrentarse a hechos sociales
dolorosos, como pobreza, violencia o muerte.
2. Síndrome de acoso (bullying
o mobbing).
Se produce cuando una persona es sometida a fuerte
presión psicológica por parte de varios miembros del grupo al que
pertenece o por sus superiores, quienes buscan que renuncie a su
empleo. Se observa cada vez con más frecuencia y se caracteriza por
depresión o estado de estrés y ansiedad que, de no atenderse a
tiempo, derivan en complicaciones severas.
Se ha observado que este problema es
mayor en organizaciones relativamente cerradas cuya cultura interna
considera al poder y al control sobre otros como valores más
importantes que la productividad y la eficacia; por ello se da con
más frecuencia en empresas con organigrama muy rígido, oficinas de
gobierno, hospitales e incluso escuelas y universidades, aunque en
teoría ninguna entidad, pública o privada, parece estar a salvo del
problema.
3. Síndrome de fatiga
crónica (gripe del yuppie).
Esta afección también se conoce con
nombres tan complicados como encefalomielitis miálgica y síndrome de
disfunción inmunológica, pero en todos los casos se hace referencia
a un cuadro de estrés laboral caracterizado por dolor de cabeza,
irritabilidad, sensación de cansancio permanente, pérdida de memoria
y disminución en la capacidad del sistema de defensas contra
enfermedades (inmunológico), por lo que el paciente suele manifestar
síntomas similares a los de un resfriado.
El origen del nombre común que
algunos anglosajones le dan a esta
enfermedad se debe a aquellos ejecutivos y hombres de negocios
surgidos en las últimas dos décadas del siglo XX en Estados Unidos,
los yuppies (palabra que abrevia
al término young
urban
profesional o "joven
profesionista de ciudad"), quienes tenían el único objetivo de
obtener "ganancias" que les permitieran contar con alto nivel de
vida y reconocimiento social, aunque fuese a costa de agotadoras
jornadas de trabajo o de desafiar todo principio ético o moral.
4.
Fatiga visual. ¿Sufres de ojos
rojos, ardor o cansancio? Todos síntomas de la llamada "fatiga
visual" y que es causada por la continua lectura de documentos,
computadoras sin protectores visuales o con bajos niveles de
iluminación.
El hecho de estar concentrado en el
trabajo puede hacer que el empleado comience a pestañear cada vez
menos, lo que produce, a su vez, dolor de cabeza y malestar.
Asimismo, el humo, la contaminación
ambiental en las grandes urbes e incluso el frío, pueden terminar
por provocar el denominado síndrome del ojo seco, que es la ausencia
de lágrimas que lubrican la vista.
Como hay dos tipos de lágrimas,
lubricantes y de reflejo, los inadecuados factores ambientales
pueden hacer que aparezcan lágrimas "no lubricantes", por lo que el
problema y el cansancio persisten.
5.
Dolor de espalda. Tras ocho horas
de trabajo sentados en una silla resulta muy probable que una mala
posición termine por afectar el estado de la espalda. Con ello,
comienzan a aparecer los dolores de hombros, cuello y cintura.
Otro de los factores que se
relacionan con esto es el deficiente diseño ergonómico de las
sillas. Resulta bastante común tener sillas con respaldo inadecuado
y escritorios muy pequeños.
Por otro lado, se dice que ocho de
cada 10 personas padecerán dolor de espalda en algún momento de sus
vidas. Y lo peor es que, en general, la lumbalgia, producida por las
contracturas en el cuello y una sensación de dolor profundo en la
cintura, resulta difícil de solucionar.
6.
Estrés. Considerado una "epidemia
global" por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés
está considerado como la primera causa de ausentismo laboral y
disminución de la productividad.
Además, según la
Facultad de
Psicología de la de la Universidad Nacional Autónoma de México,
43 por ciento de la población adulta en México padece esta
enfermedad, cifra que lo convierte en uno de los países con mayores
niveles de estrés en todo el mundo.
Uno de sus principales síntomas es la
cefalea. Este mal provoca que los empleados pierdan, en promedio,
entre uno y cuatro días laborales al año.
Existen más de 150 tipos distintos,
aunque el más habitual es la migraña que afecta a un 16% de las
mujeres y al 7 por ciento de los hombres. Realizar actividad física,
regularizar el sueño y suspender el cigarrillo son algunas medidas
clave para prevenirla.
7.
Síndrome
mouse. Conocido también como síndrome del "túnel
carpiano", causado por la flexión reiterada de la muñeca, que
produce pérdida de fuerza en las manos.
El uso de la computadora durante
jornadas prolongadas suele provocar molestias en la muñeca y el
codo, que a largo plazo pueden derivar en tendinitis.
Algunos estudios indican que durante
los últimos 10 años se ha triplicado en la población. Esto puede
evitarse con el uso de teclados y
mouses ergonómicos y realizando rotaciones frecuentes de
muñeca.
8.
Problemas gástricos. El síndrome
de intestino irritable, conocido como colon irritable, es un
trastorno de carácter funcional de una gran frecuencia en la
población. Aunque su causa es desconocida, el mundo científico tiene
cada vez mayor conocimiento de sus mecanismos de producción.
Uno de ellos es el ambiente laboral,
la presión, el aumento de las preocupaciones y la mala alimentación.
Resulta frecuente entre los 30 y 45 años, edad en que la persona
está en plena etapa de productividad.
9.
Obesidad. Estar detrás de un
escritorio es algo que pesa mucho a los trabajadores, ya que
mientras más tiempo pasa una persona en su escritorio, más propensa
es a tener sobrepeso.
Pero lo más grave es que, junto con
la epidemia de la obesidad muchas otras enfermedades están en
crecimiento, tal es el caso de la diabetes, hipertensión, problemas
de colesterol y triglicéridos altos.
La obesidad es un síntoma de
alimentación malsana y falta de actividad física por lo que el lugar
de trabajo es el sitio clave para tratar sobre la epidemia de
obesidad no sólo en México sino en el mundo entero.
En este sentido, facilitar una
alimentación saludable y aumentar los niveles de actividad física
durante las horas de colación y después del trabajo, puede reducir
considerablemente los riesgos de obesidad y otros graves problemas
de salud.
10.
Síndrome de fatiga informativa (tecnoestrés). Aparece
en personas que deben trabajar largas jornadas con computadoras y
novedosas tecnologías hacia las que se termina por crear mayor o
menor grado de dependencia; este problema fue descrito desde 1984
por el psicólogo Craig Bord, pero el tema ha comenzado a difundirse
hasta hace poco debido a que la masificación de estos sistemas es
más reciente.
El tecnoestrés puede iniciar a la vez
que se aprende a hacer uso de la computadora, ya que muchos
trabajadores se ven obligados a adquirir nuevos conocimientos a
marchas forzadas, sin cometer errores y bajo la presión de quienes
desempeñan cargos superiores, por lo que es común que se
experimenten ansiedad, inseguridad y sentimiento de incompetencia,
lo que puede desencadenar, sobre todo en personas de mayor edad,
aversión hacia las nuevas herramientas (tecnofobia), e incluso
solicitar cambio de puesto o deserción en el trabajo.
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