¿QUÉ ES LA
PEDOFILIA? TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE PEDOFILIA
Es
la presencia de fantasías o conductas que implican actividad sexual
entre un adulto y un niño.
Puede darse de diferentes formas: en
relación a la orientación, puede ser de tipo heterosexual,
homosexual o ambas; en relación a objeto, éste puede ser
exclusivamente pedofílico o no.
Las conductas de la pedofilia van del
simple exhibicionismo hasta la penetración. El adulto suele ganarse
la confianza y el cariño del niño para luego llevar a cabo sus
objetivos.
a. Se distinguen dos
variantes en la pedofilia:
La sentimental homoerótica y la
agresiva heterosexual. Los sentimentales homoeróticos tienen poco
interés por las mujeres, toda su capacidad sexual se concentra en
los niños, concretándose bajo la forma de caricias que le provocan
el orgasmo. Los agresivos heterosexuales intentan satisfacer sus
impulsos con niñas, con métodos que van desde la seducción a la
violencia.
b. Características personales y
sociales del sujeto:
En su mayoría los pedofílicos son
hombres, menos agresivos que los violadores; muchos de ellos son
alcohólicos o psicóticos de mente torpe o asociales, y su edad
fluctúa entre los 30 y 40 años; generalmente, de fuertes
convicciones religiosas, en general, son hombres débiles, inmaduros,
solitarios y llenos de culpa.
La personalidad del agresor de
mediana o mayor edad es de un individuo solitario y con dificultad
para establecer relaciones heterosexuales normales, suele tener baja
autoestima, con pocos recursos para enfrentar situaciones de stress
y frecuentemente abusa del alcohol y/o sustancias. Por lo general,
no presenta trastorno psicopatológico. Sin embargo, se ha visto que
dos tercios de los reclusos pedofílicos maduros llevaron a cabo esta
conducta en momentos que sufrían de situaciones estresantes.
El pedofílico no se acerca a los
adultos debido a que teme ser castrado por ellos, que son
representantes de sus padres, hacia los que dirige sus impulsos
incestuosos.
Se identifica con su madre y se
relaciona con los niños de la misma manera como añora que debiera
ser su relación con ella, por ese motivo es que elige a niños que
puedan representarlo a él mismo. El temor a la castración
intensifica su narcisismo, por la necesidad de protegerse a sí
mismo.
Poco se sabe de las causas, pero se
dice que una de ellas es el aprendizaje de actitudes negativas hacia
el sexo, como experiencias de abuso sexual durante la niñez,
sentimientos de inseguridad y autoestima baja, con dificultad en
relaciones personales; lo que facilita la relación adulto-niño.
En algunos casos de pedofilia resulta beneficiosa la técnica de la
desensibilización encubierta, en la que se asocian los factores
estimulantes para el sujeto con situaciones aversivas que
resultarían de la expresión de sus impulsos; al avanzar el
tratamiento se entrena a los pacientes para que imaginen la
atracción por mujeres adultas.
Frecuentemente se observa una
disminución de la atracción hacia las niñas y una disminución aún
mayor en la ansiedad producida por las mujeres.
El I Congreso Mundial contra la
exploración de los menores, realizado en Estocolmo del 27 al 31 de
agosto de 1996, estableció un plano de acción coordinador entre los
diferentes Estados y los Servicios policiales internacionales. Con
todo, las cuestiones de fondo sobre el significado e las causas de
la pedofilia permanecen abiertas.
I. LA
SITUACION
A través de tres perspectivas,
social (1), psicológica (2) y ética (3), daremos una visión de
conjunto sobre la exploración sexual de los menores en la sociedad y
presentaremos una nueva comprensión del menor "víctima - sexual",
con las posibles implicaciones preventivas y terapéuticas.
1. La Perspectiva Social
El abuso sexual de los menores puede
acontecer dentro del cuadro familiar (incesto), en el ámbito
comunitario (pederastia) o a nivel internacional (prostitución
infantil).
1.1 Nivel Internacional -
Prostitución Infantil
En el Congreso de Estocolmo se
reclamó la atención para los dos millones de menores explotados
sexualmente en todo el mundo y para las nuevas y sofisticadas formas
de esta industria criminal contra la humanidad que mueve,
anualmente, muchos millones. Asia es el continente más afectado, con
cerca del 600 mil criaturas prostituídas en Filipinas, 300 mil en la
India, , 250 mil en China y 30 mil en Sri Lanka y Nepal.
Los tentáculos de esta red ignominiosa internacional se extienden
desde Brasil, con 500 mil menores prostituídos, y los Estados
Unidos, con 300 mil, hasta los países de Europa, como Bélgica, donde
el nefasto pedófilo Marc Dutroux, con sus sótanos de tortura y
aberraciones sexuales con menores, conmovió recientemente al mundo.
En Portugal no hay estadísticas
publicadas, pero se calcula que cerca de 900 menores en ambientes y
grupos marginados, se prostituyen en la periferia y centro de las
grandes ciudades, o están implicados en la red internacional del
prostitución.
En la mayor parte de los países del
Este de Europa no existe legislación alguna contra la prostitución
infantil. En Bucarest, hay cerca de 2 mil niños en la calle, que se
venden por un dólar o tres hamburguesas. En Hungría, las
adolescentes de 13 o 14 años maquilladas, venden su cuerpo en las
autopistas a los automovilistas extranjeros de países occidentales.
Alemania es el país con mayor número de turistas sexuales y de mayor
demanda de material pornográfico. Le siguen Estados Unidos,
Australia, Francia y Nueva Zelanda. Más del 60% de las jóvenes
prostituídas de Berlín provienende los países del Este y, muchas
veces, se contentan con la remuneración de una cama limpia, un poco
de comida y una ducha caliente.
Los Pedófilos de todo el mundo se
comunican entre sí a través de imágenes servidas por medio de
técnicas sofisticadas, como internet. Entre las causas de pedofilia
mencionadas en el Congreso de Estocolmo, está la pobreza, que induce
a muchos padres a prostituir a los hijos para sobrevivir, la
urbanización no planificada, las migraciones, la desintegración
familiar y el miedo al contagio de sida.
1.2 Nivel Familiar -
Incesto
- La sexualidad de los hijos es
motivo de conflicto para los padres.
- Las manifestaciones púberes de los adolescentes vienen a despertar
en los padres problemas no resueltos de su propia Adolescencia.
Todo lo que acontece en la
adolescencia en relación con la sexualidad, acontece del mismo modo
en la crisis de mediana edad de los padres, pero en sentido inverso.
Al canto del cuco en la primavera corresponde el canto del cisne em
el otoño, La melodía es la misma. El deseo es el que es diferente.
Es en este contexto familiar conflictivo, agravado por la
desintegración de la vida familiar, por la precocidad sexual de los
niños, por el abuso de poder de los adultos y por las perturbaciones
de comportamiento de los padres, que se infiltra el acto incestuoso.
El incesto es una violencia sexual que transgrede las leyes de la
vida familiar y perturba la armonía entre padres e hijos. El paso al
acto incestuoso es siempre desestabilizador del orden afectivo y
sexual de la víctima e del agresor.
El incesto compromete a los miembros de la familia a guardar
silencio, bajo amenaza de ruptura y de desintegración familiar. Se
calcula que el 65% de las mujeres fueron víctimas alguna vez,
durante la infancia, de un acto de abuso sexual Incestuoso.
El incesto padre-hija es el más frecuente y sus consecuencias
perniciosas se hacen sentir.
En la infancia, como fracaso escolar,
como perturbaciones de comportamiento, fobias en relación a la
sexualidad, sexualización de las relaciones (perversiones,
precocidad sexual), etc.
En la adolescencia, como dificultades
en la identidad femenina, rechazo de la imagen corporal, estados
depresivos graves, perturbaciones alimentarias (anorexia) y otras,
delincuencia y prostitución, etc.
En la adolescencia, como dificultades
en la identidad femenina, rechazo de la imagen corporal, estados
depresivos graves, perturbaciones alimentarias (anorexia) y otras,
delincuencia y prostitución, etc. En la madures, con crisis
afectivas frecuentes, depresiones, disfunciones sexuales en la
relación conyugal (frigidez, vaginismo, etc) y proyección de las
propias fantasías incestuosas en la sexualidad de los hijos.
En la vejez, con brotes de angustia y
depresión suicidaria, sobre todo al comienzo de la menopausia.
En una muestra de 95 casos de relación incestuosa (Estados Unidos,
1989), 42 casos tuvieron lugar entre padre e hija, 26 entre
hermanos, 17 entre abuelo y nieta, y 10 entre primos y otros.
1.3 Nivel comunitario -
Pederastia
El abuso sexual por pederastas de la
calle es traumático pero ocasional y, raras veces, está preparado,
como en el incesto, y organizado, como en las redes de prostitución
infantil.
En este tipo de violencia sexual, las
circunstancias, la personalidad del agresor u el aparato judicial
ocupan un lugar destacado.
a. Las circunstancias
La mayor parte de los menores
víctimas de abuso sexual urbano o suburbano son aprehendidos en
jardines públicos, a la salida de las escuelas, en los predios en
ruinas o en descampados. La taza relativamente baja de
adolescentes-víctimas se explica, en parte, por el porcentaje de
uniones contraidas circunstancialmente para ocultar la violación. El
menor curioso y sin experiencia del mundo es fácilmente
sugestionable por las propuestas y actitudes de un adulto diferente,
aparentemente simpático. A veces, las malas condiciones de vida
familiar llevan al menor desamparado a vagar por las calles, en
busca de un padre o de una madre imaginarios, que acaban por
encontrar, dramáticamente, en la persona del pedófilo.
b. La personalidad del
agresor
Hay pedófilos de todas las clases
sociales. Los más peligrosos sin, ciertamente aquellos en los que el
niño confía por naturaleza, como un criado, un amigo de la familia,
o aquellos que el niño idealiza por sus funciones, como un
sacerdote, un profesor, un bombero e un policía. El acto perverso de
estas personas insospechadas deja cicatrices profundas en el alma
del niño bajo la forma de culpa y de angustia. Los pedófilos menos
peligrosos, desde el punto de vista psicológico, son los marginales,
los exhibicionistas de la calle. Estos actúan desde fuera,
compulsivamente como un relámpago, y después son castigados y
encarcelados, con gran alivio reparador para el menor. La imagen del
"bestia" es irreversible, pero los efectos brutales de su a cto
acaban por diluirse poco a poco con el tiempo: "Finalmente, es un
tarado que no sabe lo que hace".
c. El aparato judicial
La intervención de la justicia es
indispensable para la seguridad y reparación de los individuos. Con
todo, la manera cómo se actúa judicialmente resulta, la mayor parte
de las veces, traumática, por falta de preparación psicológica de
los agentes. El simple hecho de tener que reconstruir los hechos al
detalle y de tener que someterse a exámenes médicos y psicológicos
es yu, en sí, un segundo trauma. El menor-víctima es obligado a
revivir lo que para él fue motivo de gran sufrimiento. En tanto que
el psicólogo es un profesional comprensivo que tiende a
desdramatizar la situación, el juez es un profesional obsesivo que
dramatiza aún más los acontecimientos en nombre de la justicia.
¿Cómo conciliar estas dos
situaciones, aparentemente contradictorias, una de carácter
culpabilizante (la judicial) y la otra de carácter sublimatorio (la
psicológica) en bien del niño?
2. Perspectiva psicológica
El adivino de Delfos anunció al rey
de Tebas, Laos, que su hijo Edipo lo mataría para casarse con su
madre, la reina Jocasta.
Aterrorizados con el oráculo, los padres abandonaron al hijo en la
montaña, donde fue encontrado por un pastor que lo llevó a la corte
del rey de Corinto. Ahí creció convencido de que era el príncipe
heredero de Corinto. Entretanto, el adivino de Delfos volvió a
hablar al joven Edipo para predecirle la misma tragedia.
Horrorizado, Edipo dejó el país y se marchó a Tebas. A las puertas
de la ciudad luchó y venció a la Esfinge que impedia el paso a los
transeúntes. Con todo, sólo consiguió entrar en la ciudad después de
matar a un cazador que le impedía el paso.
En la ciudad, los habitantes lloraban
la muerte de su rey que nunca más regresó de cazar, y proclamaron a
Edipo rey de Tebas, porque los había librado de la Esfinge
sanguinaria, dándole como esposa a la reina Jocasta.
2.1 La leyenda griega de
Sófocles
Se trata de una leyenda griega de
Sófocles, de hace más de 2.300 años, cuya simbología universal y de
todos los tiempos nos sensibiliza profundamente, por expresar la
realidad de nuestro psiquismo, igual que sus deseos, fantasías,
actitudes y comportamientos, en relación a las personas que más
amamos. Freud le dio el nombre de "Complejo de Edipo" porque
corresponde a la situación afectiva y conflictiva entre padres e
hijos, entre adultos y menores.
La tragedia de Edipo, que inspiró a
miles de poetas, de escritores y de artistas, por su carácter
psicológicamente expresivo y colectivo, se torna referencia obligada
para comprender la sexualidad humana. La larga historia del amor
humano, enigmática por naturaleza, está sujeta a turbulencias y
desvíos en relación con las personas amadas, pudiendo acabar en
tragedia. La pedofilia, como accidente que perjudica la sexualidad,
es una manera trágica de relacionarse afectivamente con el otro.
Es tarea del destino humano resolver
el conflicto edipiano con los padres, convenientemente, antes de la
edad adulta, para poder vivir en paz consigo mismo y con los demás.
El pedófilo es un edipiano atrapado que pervirtió el amor del
padre/madre para asegurarse su propio placer.
Incapaz de relacionarse sexualmente
con un adulto, su sexualidad permanece polimorfa como la de un niño.
El niño es la salida a sus impulsos descontrolados. Todo acto de
abuso sexual con menores es edipiano, no sólo por su naturaleza
arcaica, sino por la desproporción entre los dos protagonistas.
La pedofilia transgrede la ley de las
diferencias sexuales y se convierte en violación del derecho a ser
uno mismo, sin que medie la interferencia brutal de un extraño.
2.2 En la estructura
triangular de la pedofilia, encontramos:
Un adulto agresor que victimiza
narcisistamente a una criatura-indefesa, bloqueada, bajo el signo
del silencio, con sus propias fantasías culpabilizantes en una
sociedad envolvente, más o menos permisiva, donde se desenvuelve el
drama. En la dinámica del incesto, el agresor es el padre y la
víctima son los hijos/as, tras las lágrimas resignadas de la madre
impotente.
Finalmente, en las redes de la prostitución infantil, la agresión
viene de la industria sexual organizada, que, bajo pretexto de
turismo, actúa sobre millares de criaturas del mundo de la miseria y
del hambre, ante la pasividad complaciente de Estados y Gobiernos
del mundo entero.
La perversión sexual con menores
comienza ya a pagarse caro.
Es cada vez mayor el número de
individuos, de grupos y de familias que, inmersos en la promiscuidad
de costumbres, son incapaces de distinguir la proximidad afectiva
dentro de la distancia, la temporalidad del amor dentro de la
intemporalidad, lo limitado del corazón humano dentro de los límites
del espacio y del tiempo.
Es entonces cuando la vida comienza a
perder sentido y seguir viviendo se vuelve un absurdo, en vez de una
aventura maravillosa.
3. Perspectiva ética
Desde el punto de vista moral el
pedófilo no es un deficiente mental exento de responsabilidades, ni
un delincuente al margen de las leyes de la vida social y familiar
(puede ser un buen professional o un buen padre de familia), sino un
hombre o una mujer diferentes en la manera de vivir la sexualidad,
condicionados en la libertad por la estructura de su personalidad,
aunque responsables por el mal que introducen en el mundo, cuando
actúan pedofílicamente.
II. EL
PROBLEMA
La lucha contra la violencia sexual
con menores pasa necesariamente por la reformulación de dos grandes
cuestiones:
1. Lugar del menor en la
sociedad
En los países ricos del planeta
(Alemania, Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña...) en los últimos
10 años, hu aumentado significamente el número de menores que viven
por debajo del nivel tolerable de pobreza.
En estos mismos países, la
sobrevivencia de millares de niños depende de factores arbitraron,
como la balanza de pagos, la fluctuación de la coyuntura económica,
etc. En Africa y en América hay millares de niños que pagan con su
integridad física o mental las deudas fabulosas de sus respectivos
países.
Más del 70% de niños mueren en estos
países es por males fácilmente curables y más fácilmente
previsibles, como el sarampión, la diarrea, el tétano, la neumonía,
etc.
En los países donde la explotación
sexual de los menores es más intensa, como en Tailandia, Filipinas,
Sri Lanka y Brasil, se asiste a una verdadera catástrofe silenciosa:
40 mil niños mueren diariamente de desnutrición y de otras
dolencias, incluido el SIDA, por contagio con turistas sexuales de
occidente: 150 mil luchan desesperadamente contra el hambre o contra
las secuelas de la misma; y 100 mil en edad escolar no van a la
escuela.
En circunstancias normales, las niñas parecen ser más resistentes
que los niños a los sesgos de los primeros años de vida. Con todo,
en determinados países de discriminación sexual contra las niñas
(India, Pakistan, etc...) más de un millar de niñas mueren
anualmente, por el simple hecho de no haber nacido varón. Son
pospuestas a los niños en el ingreso a la escuela.
En la Europa de final de siglo, la
época que atravesamos no se presenta nada propicia para los menores.
Con la urbanización y con la alta tecnología sofisticada, el
abandono de niños y los malos tratos físicos y psíquicos nunca
habían alcanzado proporciones tan alarmantes: 6 millares de niños de
familias llamadas normales sufren de depresión.
El trabajo competitivo y
excesivamente prolongado de los padres fuera de cada están alterando
las relaciones de la vida familiar. Con menos tiempo para los hijos,
y sobre todo, con menos disponibilidad para escucharlos, los padres
se sienten culpables. Es rara la familia donde los padres y los
hijos consiguen reunirse para reír, llorar, cantar o simplemente
estar juntos, por causa de la interferencia de la televisión.
Las nuevas familias de hecho, o reajustadas después del divorcio,
raramente consiguen sanar las heridas dolorosas de los hijos,
provocadas por la separación de los padres.
El resultado de esta situación, es
que muchos padres, consciente o inconscientemente, rechazan a los
hijos, sobre todo cuando éstos presentan señales de inconformidad o
de sufrimiento. En la comunicación padres-hijos, se pasa fácilmente
a los hechos, con malos tratos por parte de los padres o con
violencia psicológica por parte de los hijos.
Muchas veces, los padres, agotados
todos los recursos interiores por falta de tiempo para ellos mismos,
buscan en los hijos e hijas la satisfacción sexual que no encuentran
el la pareja o como compensación a las carencias profundas de su
propia infancia, nunca satisfechas.
En este mundo en transformación, será
todavía el menor, con su mundo personal, una de nuestras mayores
prioridades?
2. Actitud de los
adultos en relación a los menores
Hay dos actitudes dominantes de los
adultos con respecto a los menores, que se convierten en dos maneras
diferentes de estar en el mundo con ellos:
a) El menor como sujeto
El menor es suficientemente apto
desde el nacimiento, para dar un sentido a su vida. El acto de
mamar, jugar, dar los primeros pasos, etc., son maneras del niño de
afirmarse como sujeto autónomo de deseos, frente a los adultos.
La prueba de esta autonomía está en
el hecho de que las palabras y gestos de los padres sólo tienen
sentido para el niño cuando son percibidos e interpretados por él, a
su manera.
El bebé sólo aprehende lo que puede
asumir, personalmente, dándole un significado propio. En la edad
escolar, el menor se distancia más de los adultos al adquirir una
cierta manera de saber, de sentir y de ver las cosas.
Su filosofía del mundo y de la vida se convierte en "escuela propia"
diferente de la de los adultos.
En la adolescencia la autonomía toma
mayor dimensión con la capacidad de estar solo, de crear un proyecto
de vida y de sentir su propio mundo interior.
El hilo conductor de este proceso
interior hacia la autonomía es la sexualidad con la crotización del
cuerpo, las nuevas posibilidades de relacionarse, la curiosidad
persistente y la fuerza del deseo.
Cuando la sexualidad se altera, es
toda la personalidad la que entra en crisis, con pérdida del gusto
por vivir. Por eso, cualquier interferencia sexual por parte de los
adultos, a nivel del cuerpo o de los deseos del menor, como acontece
en la pedofilia, compromete gravemente su felicidad.
El adulto que respeta la dinámica
propia de la autonomía infantil está atento a sus manifestaciones
sexuales y, lejos de interferir, procura vivir con el menor,
aprendiendo con él.
b) El menor como objeto
El menor es un objeto para el adulto,
cuando éste, incapaz de contener sus impulsos, los proyecta
inconscientemente en la persona del menor, volviéndose ésta una
ocasión de placer, una compensación afectiva, una oportunidad para
tenderse a sí mismo en el futuro un subterfugio ante el miedo a la
muerte. Esta actitud perversa del adulto puede comprometer
seriamente la relación del menor consigo mismo, con el mundo y con
los demás.
El hecho de que el menor no se mueva no significa que no tenga un
espacio propio de proporciones ilimitadas. El hecho de no hablar no
significa que no tenga deseos de comunicarse. El hecho de ser
biológicamente inmaduro no significa que no tenga una vida sexual
propia que respetar.
Consejos para Niños que navegan por
Internet
• Evita concertar citas a través de
Internet con personas a las que no conoces.No facilites tu
dirección, ni tu número de teléfono, ni el nombre de tu colegio, ni
tampoco tu foto.
• Desconfía incluso de tus
"ciber-amigos", recuerda que las personas con las que estableces
contacto a través de la red, no siempre son lo que parecen e incluso
puede que no digan la verdad. No olvides que nadie puede verlos.
• No todos los lugares de "chat"
(charla) a través de la red son apropiados para niños o
adolescentes, aún cuando ellos se anuncien como "especiales para
niños y adolescentes". Si alguien escribe algo que te resulte
vergonzoso, incomodo o que te cause preocupación, informa sobre ello
inmediatamente.
• No respondas nunca a mensajes
obscenos, con fotos indecentes o con contenidos insinuantes. Informa
de ellos a tus padres y saca una copia de los mensajes. Podrían ser
delictivos.
• Te aconsejamos no enviar datos de
tu tarjeta de crédito o detalles de tu banco a personas
desconocidas, o de las que no has comprobado previamente su
identidad. Alguien podría utilizar los datos para robarte.
• No facilites tu contraseña a nadie,
podrían hacerse pasar por ti.
• Desconfía de las ofertas que
parecen muy atractivas a primera vista. Lo más probable es que se
trate de un engaño.
• Permanece alejado de las páginas
destinadas a los "mayores de 18 años", esas advertencias están allí
para protegerte. Algunas páginas para adultos pueden acarrear costos
en tu factura telefónica y descargar la información puede dañar los
archivos de su ordenador.
Fuente
¿CÓMO RECONOCER A
UN PEDÓFILO? PERFIL DEL PEDÓFILO
ALGUIEN QUIERE LO QUE TU TIENES, ALGUIEN TIENE LO QUE
TU QUIERES.
- Como vender por Internet
- Como comprar por Internet
- Guías de compras (Lo que debes
saber antes de comprar)


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