Se considera insomnio cuando una
persona no logra dormir las horas necesarias para su debido descanso
y recuperación, o cuando en caso de dormir varias horas, el sueño es
poco profundo.
Hay distintos tipos de sueño:
• Sueño retrasado,
cuando se tiene mucha dificultad para conciliar el sueño y además,
una vez que se ha logrado dormir, cuesta mucho despertarse.
• Sueño corto, cuando la persona despierta
sin haber dormido suficiente y ya no puede volver a conciliar el
sueño.
• Sueño interrumpido, cuando la persona se
despierta varias veces por la noche sin una causa justificada,
estando un rato despierta para volver a dormir después.
• Sueño irregular, que es una mezcla de
los dos anteriores.
La falta de sueño altera las funciones
del sistema nervioso central. Las personas se sienten cansadas,
faltas de energía, de apetito, irritables y con problemas para
concentrarse.
Los factores externos pueden ser
causa del insomnio, tales como: la época del año (en invierno se
duerme más que en verano), el ambiente (ruidos, temperatura, cama
diferente), la edad, la actividad, la alimentación.
Quizá haya factores que no se puedan
modificar, pero en cuanto a la alimentación, sí puedes hacer algo al
respecto para no padecer de insomnio, o por lo menos aminorar. Toma
nota de algunas recomendaciones alimentarias.
• Sigue una alimentación equilibrada y
variada. Incluye alimentos de todos los grupos básicos (cereales y
derivados, legumbres y tubérculos, verduras, hortalizas y frutas,
lácteos, alimentos proteicos, alimentos grasos y agua).
• Evita realizar comidas pesadas antes
de acostarte. Lo ideal es acostarse dos horas después de la última
comida, y no comer demasiado en la cena. Sobre todo no realizar
grandes ingestas de alimentos proteicos (carne, pescado, huevos), ya
que pueden contribuir al insomnio.
• Evita el consumo de bebidas y
alimentos estimulantes. Como el café, té, bebidas a base de cola y
el chocolate o cacao, entre 6 u 8 horas antes de dormir. Se
recomienda mejor ingerir bebidas sin cafeína, agua, infusiones
suaves o leche. Solo ten en cuenta que no todas las personas son
sensibles a la cafeína.
• Evita el consumo de alcohol antes de
acostarte. Al principio puede provocar somnolencia, pero después de
unas horas, puede interrumpir el sueño.
• Toma alguna bebida caliente. Como la
leche o infusiones, si la tomas antes de acostarte puede ayudar a
conciliar el sueño