El presidente Barack Obama no pudo evitar
dejarse llevar por los acordes de "Amor a la mexicana" y aceptó una
invitación de Thalía para bailar por unos momentos con la diva.
La inesperada demostración de las habilidades de bailarín del
mandatario, fue uno de los momentos más significativos de la "Noche
Latina", el evento que reunió en la Casa Blanca a algunos de los más
reconocidos artistas hispanos.
Thalía, quien precedió en el escenario a Marc Anthony, se dirigió
en forma inicial a la primera dama Michelle Obama antes de pedir al
mandatario bailar, a lo que el presidente estadunidense accedió de
buen gusto.
La demostración fue atestiguada también por Sasha y Malia, las
hijas del mandatario, que asistieron al evento junto con su abuela
materna.
El festejo, presidido por el mandatario, su esposa y algunos
miembros de su gabinete, marcó el epílogo de los eventos con motivo
del mes de la Herencia Hispana.
En su oportunidad, el mandatario dijo que "como la comunidad
latina, los ritmos musicales no son fáciles de definir".
"Sonidos como la salsa, bolero, bachata, el norteño y el
reggaetón son tan vibrantes y únicos como los lugares de donde
provienen".
Obama dijo que el "espíritu de esta diversidad también nos une",
y aludió los ritmos traídos antes por otros inmigrantes, los
esclavos traídos del África, la guitarra por los españoles y el
acordeón por los alemanes.
"Aun cuando evoluciona de manera constante, la música hispana nos
habla en un lenguaje que todos entendemos. Sobre esperanza, alegría,
lamentos y dolor, amistad y amistad, es una música que nos mueve",
dijo.
Obama indicó que `al final lo que hace la música hispana grande
es lo que hace el país grande, nuestra habilidad de celebrar
nuestras diferencias a la vez que creamos algo nuevo".
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