nvestigadores del
Hospital General Laiko de Atenas, Grecia, aseguran que "tragar"
los alimentos restringe y retarda la liberación de una hormona
especializada en provocar la sensación de saciedad en el estómago.
Así lo reporta el diario británico
Telegraph en su sección de salud.
Una dosis disminuida de esta
sustancia, llamada hormona intestinal, conduce comúnmente a comer de
más, han concluido los especialistas. Esto implica que se ingiere
más comida de la que se necesita antes de que el cerebro tenga
tiempo de saber que el cuerpo ya ha recibido la cantidad correcta de
alimentos. Esto lo ha informado el diario canadiense
Times Colonist.
El equipo de investigadores, liderado
por el doctor
Alexander Kokkinos, pidió a 17 voluntarios que ingirieran 300
mililitros de helado y midió el tiempo que tardaban en hacerlo.
Antes y al finalizar la comida, y luego cada 30 minutos, los
especialistas extrajeron muestras de sangre a los voluntarios y
midieron la concentración de
hormonas intestinales en ella.
El tiempo máximo para ingerir los 300
mililitros de helado eran 30 minutos y la extracción de muestras de
sangre se interrumpió al cumplirse las dos horas y media. En sus
análisis, los investigadores observaron que la concentración de
hormonas PYY y GLP-1 era mayor en quienes tomaron los 30 minutos
para terminar su helado.
Las dos hormonas mencionadas son del
tipo intestinal y se vinculan a la sensación de saciedad tras
ingerir comida. En las manifestaciones de los voluntarios también se
comprobó que estaban más satisfechos quienes habían empleado más
tiempo en comer.
"Nuestros hallazgos arrojan luz sobre
un aspecto que caracteriza al consumo excesivo de alimentos. De
hecho, muchas personas presionadas por sus demandantes ritmos de
vida y trabajo, comen rápido y en grandes cantidades. Algo que
anteriormente ocurría menos",
concluye el doctor Kokkinos