Los encuentros sexuales que
involucran a más de dos personas parecen estar al día, en Ventajas y
desventajas de las relaciones abiertas, se comenta que esta forma de
convivencia se caracteriza por contar con el permiso de la pareja
para sostener un encuentro con un sujeto ajeno al matrimonio o
noviazgo; y aunque el sexólogo y psicólogo Miguel Alejandro Espinosa
Díaz aclara que no es sólo sexo, se puede llegar a confundir este
tipo de relaciones y los swingers.
Es importante priorizar la definición
que a su vez marca la diferencia entre una relación abierta y una
cerrada: "Las parejas cerradas o tradicionales priorizan la
fidelidad y la monogamia. Las parejas abiertas tienen libertad de
expresar su gusto afectivo y/o erótico por otras personas (además de
su pareja principal) e incluso tomando acuerdos de forma abierta con
su pareja puede llegar a establecer cierto tipo de relación afectiva
y/o erótica con estas otras personas sin que necesariamente deba
existir un intercambio de parejas, es decir, están abiertas a la
poligamia e incluso al poliamor" dice el sexólogo.
Por su parte, los swingers,
según Espinosa Díaz, son parejas que intercambian a su compañero de
relación con otras y pueden llegar o no al contacto sexual, esto es
con conocimiento y consentimiento de las partes implicadas, nunca a
la fuerza. Cabe decir que antes se denominaba "intercambio de
esposas", pero por lo sexista del término, se sustituyó por
"intercambio de parejas".
Yo quiero pero mi
pareja no
Una de las reglas básicas de los
swingers es que las personas involucradas estén de acuerdo,
para esto se requiere mucha comunicación, sobre todo porque hay
opciones múltiples: "Si una de las ellas no está interesada en las
relaciones swinger porque no quiere ser intercambiada, pero no tiene
problema en que su pareja lo haga, entonces acuerdan una relación
abierta.
"Si por el contrario, no quiere
acceder, y tampoco le gusta que su pareja lo haga tendrán que llegar
a un acuerdo para ver como flexibilizan sus límites en alguna de las
dos posturas, quizá un "juego de roles" donde se vistan de otras
personas; la creatividad y sinceridad son factores claves" menciona
el sexólogo.
La propuesta de un intercambio no es
sencilla, se requiere de una apertura de sexualidad en todos los
sentidos, estar informados del tema para quitarle mitos y
prejuicios, la confianza, vivir sin apego y dependencia para que los
celos no generen conflicto. Aceptar una relación swinger no
es lo acostumbrado y por eso existe siempre duda, hay que
preguntarse si de verdad se quiere explotar este tipo de relación y
si se accede probar paulatinamente.
No hay que dejar de lado que en un
intercambio de parejas está latente el que haya un gusto especial
por alguna de las personas intercambiadas. De pasar esto, el amor
por tu propia pareja no quedaría de lado si es que está presente,
pero es un riesgo que se asume de antemano.
Swinger en la red
Existen
sitios de Internet donde se
pueden adentrar a el mundo swinger, también hay hoteles, revistas y
fiestas. La idea es que previo al acto la pareja esté consciente de
lo que implica, lo que puede significar, porque en estos casos se
pueden confundir y entonces no entrar gustosos a dichas actividades.
Además de la participación activa,
los intercambios también permiten el
exhibicionismo y el
voyeurismo, y tiene dos modalidades de acuerdo al grado de
participación:
soft swinging o soft swap -intercambio ligero, que sólo
permite besos y sexo
oral con una tercera o cuarta persona, pero no la penetración- y
full swap, subdividido en open y closet
dependiendo de si las -en principio cuatro- personas quieren
practicar el coito en la misma habitación o sin que les vea su
‘pareja de siempre'.
De un total de más de 50 millones de
personas interesadas en el swinging a nivel mundial según una
encuesta del New York Times, uno de cada diez participantes de
sitios swinger en Internet es una pareja, de estas, aproximadamente
tres de cada diez parejas participantes han tenido en realidad
experiencias swingers. Esta escasez de parejas en relación a los
singles o solitarios han propiciado en los útlimos años un acoso y
una presión sobre las parejas.
Un reportaje de Marie Claire
muestra algunos aspectos de un local swinger en Madrid, donde se
deja ver la discreción de esos lugares, la edad de los asiduos que
va de los 30 a los 40 años y el ambiente que se necesita.
Código básico:
*Ambos miembros de la pareja deben
estar convencidos en el intercambio
*A nadie se le puede obligar
*Las dos primera veces que se asiste
a una reunión únicamente es como observadores
*Cuidar tu identidad tanto como la de
tus conocidos entre la comunidad
*No mencionar que eres swinger
a otras parejas que no lo practiquen
Las prácticas swinger no con
algo extremo, y cada día es una práctica que se da de forma más
común, aunque también muchas veces de manera oculta ya que
socialmente no es bien vista.