ROMA.— El primer ministro italiano, Silvio
Berlusconi, declaró ayer que ha sido todo un “milagro” no haber
registrado más daños como consecuencia de la agresión sufrida al
término de un tenso mitin en la plaza del Duomo de Milán, dijo el
director de informativos del canal de televisión Rete Quattro,
Emilio Fede, tras visitar al mandatario en el Hospital San Raffaele
de Milán.
El médico personal del mandatario, Alberto Zangrillo, informó que
Berlusconi no necesitará ser sometido a ninguna operación y que
deberá permanecer ingresado en el centro sanitario durante unas 48
horas. Berlusconi fue agredido con una estatuilla y tras el
incidente fue conducido en su coche oficial al hospital milanés con
la boca ensangrentada, donde se le realizó un TAC y los médicos
decidieron mantenerle bajo observación y le pronosticaron un tiempo
de recuperación de 20 días.
El premier presenta, según el diagnóstico de los médicos, una
pérdida copiosa de sangre, una lesión lacero-contusa interna y
externa en el labio superior, así como daños en los dientes y una
fractura en el tabique nasal.
El presunto agresor, un hombre de 42 años identificado como
Massimo Tartaglia, fue detenido por los agentes tras el suceso y
conducido a comisaría, donde se le acusó formalmente de un delito de
agresión con agravantes y donde se comprobó que en el bolsillo
llevada otras dos estatuillas, un crucifijo y un spray picante.

“Me ha dicho que siente que todo ha sido un milagro, porque un
centímetro más arriba y habría perdido el ojo. Naturalmente está
dolorido, se le han suministrado analgésicos y no creo que se trate
de una cosa de sólo 24 horas”, indicó Fede a los medios italianos.
El director de informativos del canal de Berlusconi se refirió
además a las palabras del líder del opositor partido Italia de los
Valores, Antonio di Pietro, quien indicó tras la agresión que
Berlusconi, con su comportamiento y con su actitud de no importarle
nada, instiga la violencia.
Según Fede, las declaraciones de Di Pietro, que han generado
mucha polémica, son un “acto de delincuencia que tendría que hacer
reflexionar a todos aquellos, políticos y periodistas, que han hecho
ciertas intervenciones” en los últimos días.
El subsecretario de la Presidencia del gobierno, Paolo Bonaiuti,
comentó que, ya de camino al mitin, Berlusconi le preguntó si no
creía que existía un clima de excesivo odio y le comentó que temía
que algo ocurriera. Bonaiuti, quien afirmó que con Berlusconi
siempre habrá agujeros en el sistema por su seguridad porque siempre
se acerca a la gente, dijo que el mandatario está “bien de ánimo”