COMO CUIDAR LOS
OIDOS DEL AGUA DURANTE LAS VACACIONES
La falta de cuidado del sentido
auditivo en el mar o en la piscina podría causar infecciones
importantes en el oído
Con el verano llega el buen tiempo y
el calor, la mejor época para lucir el bañador y zambullirse en el
agua para combatir las altas temperaturas. En este contexto, Oi2,
especialistas en el cuidado de la audición, lanza hoy una guía de
los principales consejos a tener en cuenta para la protección
adecuada del oído sin renunciar a las actividades acuáticas típicas
de esta época del año.
Factores combinados como el calor y
la humedad constituyen una fuente importante para el desarrollo de
microorganismos y bacterias que pueden dañar los oídos, causando
hongos e infecciones. Además, en diversas ocasiones, estas molestias
podrían agravarse y derivar en complicaciones severas del sentido
auditivo.
Según un estudio elaborado por Oi2,
una de las causas de la tardía detección de la pérdida auditiva se
debe a que los españoles tardan una media de entre tres y cinco años
en acudir al especialista e incluso 8 de cada 10 españoles declara
no haber acudido nunca. En este sentido, la principal advertencia
pública de Oi2 es la necesidad de realizar revisiones periódicas de
la audición, del mismo modo que se realizan revisiones de la vista
habitualmente, para descartar cualquier anomalía o bien detectarla a
tiempo para dar con la solución adecuada.
Nuestros consejos
1. Evitar nadar en playas sin
bandera azul o en aguas poco saludables
Nadar o bucear en costas que no
posean el galardón internacional que cada año otorga la Fundación de
Educación Ambiental, es signo de que sus aguas no han sido
debidamente tratadas y pueden estar contaminadas. Esto propicia la
aparición de gérmenes y bacterias que ocasionarían, entre otras
complicaciones, infecciones en el oído. Es por esto que lo mejor es
cerciorarse antes de dónde se toma el baño para evitar cualquier
contagio innecesario.
2. Zambullirse sí, pero
despacio
Al sumergirse en el agua, la presión
es mucho más rigurosa que en la superficie, por lo que debe hacerse
de forma lenta y pausada, sobre todo si las aguas son profundas. De
lo contrario, una zambullida precipitada podría provocar la entrada
brusca de agua en los oídos y la consiguiente aparición de
infecciones.
3. Oídos secos después de
cada baño
Tras el baño, y para que nada agüe
las vacaciones de verano, es necesario proteger adecuadamente los
oídos una vez salgamos fuera del agua para evitar que la humedad
existente en nuestro conducto auditivo externo ocasione hongos o
infecciones y se generen tapones de agua. Para evitarlo, se debe
mantener el oído externo siempre seco después del baño, utilizando
toallitas o volteando la cabeza hacia un lado para eliminar
cualquier residuo líquido del interior del oído.
4. Prohibido el uso de
bastoncillos o elementos punzantes
En verano, los taponamientos de oídos
son unas de las complicaciones auditivas más habituales, ya que la
cera acumulada en el oído absorbe el agua durante el baño,
hinchándose y provocando así la formación de un tapón. El conducto
auditivo cuenta con un sistema natural de limpieza que procura que
el cerumen vaya saliendo hacia fuera y se caiga. Pero contrariamente
a lo que se piensa, no se deben utilizar elementos punzantes o
bastoncillos para retirar esta cera y limpiar el oído. El uso de
estos elementos puede obstruir el canal auditivo empeorando el
taponamiento, lastimar la piel del conducto auditivo e incluso
alcanzar el tímpano y perforarlo. La pérdida repentina de audición
es uno de los síntomas más claros para reconocer que se tiene un
tapón en el oído. En este sentido, Oi2 aconseja acudir a los
profesionales para extraer los tapones que se formen y así recuperar
rápidamente la audición.
5. Usar tapones a medida para
proteger la audición
La época estival va siempre
acompañada de chapuzones y baños en la playa o la piscina. En
contacto con el agua, es necesario proteger adecuadamente los oídos
para que no se generen tapones. El uso de protectores auditivos
disminuye el nivel de humedad provocado por el contacto con el agua,
y por tanto, se reduce el riesgo de padecer otitis. Estos
protectores, que se fabrican a medida, son adecuados tanto para
niños como para adultos y están hechos con material hipoalergénico,
ligero y flexible. Asimismo ofrecen la mejor defensa contra el agua
al adaptarse totalmente a la forma del canal auditivo. Además, Oi2
pone a disposición de sus clientes unas bandas protectoras para el
baño hechas con material de neopreno que pueden utilizarse
conjuntamente con tapones de silicona, evitando el contacto directo
con el agua y que ésta entre en el canal auditivo.
6. Si persisten molestias,
acudir al especialista
Si tras el baño, después de secar el
oído externo sigue estando húmedo o se siente picor o escozor, Oi2
aconseja acudir al especialista para que pueda extraer los restos de
agua acumulados en el sentido auditivo. Además, los expertos de Oi2
aconsejan acudir al especialista al menos una vez al año para poder
determinar, mediante una sencilla revisión, si existe algún tipo de
anomalía o infección en el conducto auditivo
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